lunes, 28 de diciembre de 2009

feliz/i/dad

Hace una semana que doy vueltas buscando una imagen "ideal" para desear o contagiar o proponer un buen año. Nada se me ocurre, será por el tropiezo que me dejó como adormilada, amordazada, anestesiada. Será.

Doy vueltas y vueltas sobre una imagen que no puede servir para saludo de fin o principio de año, doy vueltas y vuelvo a ella, pero no da. Comunicarse para no comunicar (¿Qué me está mandando esta? ¿se volvió loca?) no es la idea.

Mientras busco o encuentro algo más adecuado, les dejo acá la imagen y les cuento un poco el porqué, porque me gusta, porque encaja en este cambio de año o no.


(recomiendo agrandar la imagen para que ocupe la pantalla entera. Mirar un rato y después seguir)

No existe, o eso me gusta creer, otra parecita en el mundo con ese diseño. Por eso me pierdo en esa tranquilidad de lo familiar cuando la miro.
Ese cielo celeste es todavía más enorme si se siente desde esa baranda; enciende con la angustia y la quietud de saber que hay tanto aún por recorrer. Vendrán y se irán, como sus nubes, amores, desamores, encuentros, desencuentros, pasiones, despasiones.
El mundo empieza más allá de la unión de ese celeste y ese marrón. Del lado de acá, nosotros.
La antigua toma de agua nos recuerda que le debemos casi todo a esa inmensidad, incluso esta humedad aplastante de cada día.
El río es movimiento que no fluye, está desde siempre y para siempre. El único río en el mundo que se queda con su gente. Nos empeñamos en ignorarlo, en ofenderlo, pero él sigue ahí siendo más nosotros que nosotros.
Y no menciono los barcos porque yo no vuelo en ellos.

No se si me explico...
Feliz año nuevo!
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domingo, 13 de diciembre de 2009

Salir a...

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Salgo de mi búnker gramático y me encuentro con cada cosa...

Flamante Ministro de Educación de la Ciudad de Buenos Aires (de mi ciudad, bah), una joyita...

http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-136915-2009-12-13.html

Por suerte, semejante fósil caerá por su propio peso. Hasta que eso pase, habrá que aguantar inmundicias, provocaciones, arrogancias, bestialidades. Deberemos comer impotencias, broncas, desánimos. Bueno. Pero como bien dice Charly, "los dinosaurios van a desaparecer", aunque esté llevando mucho tiempo...

(tentación: pegar canción de Charly Los dinosaurios, pero no, Inconsciente colectivo hoy es mejor)

lunes, 7 de diciembre de 2009

Ahora sigue siendo cuando

62% de los votos para Evo y Álvaro.

Como dice Lau: "Que Evo haya sido reelegido para mí es como que algo anda bien en este mundo, me da cierta tranquilidad y alegría."

Escribí esto que enlazo, en una libreta arrugada entre las yungas y el altiplano. Lo pasé y envié a Buenos Aires desde LA escuela pública de Iruya.
Allá, en aquel verano de 2006.
Se nota la premura por algunos sobresaltos, pero vale igual. Como recuerdo, como agradecimiento, como reivindicación para algunos alegres sujetos de la historia.

http://www.elinterpretador.net/23GabrielaBilbao-Bolivia.html

sábado, 5 de diciembre de 2009

uf

Tengo las neuronas estrujadas.
Haber dejado un final pendiente durante cuatro años para terminar la carrera es imperdonable, lo sé.
Dejarlo porque es difícil, porque para qué, porque tarde o temprano lo voy a dar, es bochornoso. Dejarlo porque la materia podría ser encantadora pero los profesores se empeñan en banalizarla, o peor, estigmatizarla con miles de "deber ser", es ridículo de mi parte, también lo sé.
Tal vez no haya una forma agradable de estudiar gramática correctiva, pero esta por la que me toca pasar es, sin duda, una tarea digna de Sísifo.
Adoro la teoría de la enunciación (¿?) pero la verdad me parece bobo detenerme en lo incorrecto de la expresión "atrás tuyo". Mal dicho, muy mal dicho. Pero, ¿para quién estamos hablando, eh?

Hace cuatro años exactamente, dejé pendiente este final para ir a Bolivia. La asunción de Evo y Álvaro, claro. Me llevé el libro repleto de reglas, con frases como "la norma prefiere el uso de" o "la norma recomienda que". Ese ladrillo compartió mochila con "Horizontes y límites del estado y el poder" (Álvaro García Lineras y otros, La Muela del Diablo, La Paz, 2005), y cuando había que sacar un libro para entender las yungas (la vida), de más está decir quién ganaba la batalla.

Ok (mal, anglisismo, muy mal). Me dejo de rebeldía improcedente y sigo estudiando. Como bien me han dicho, ser casi algo es no ser nada. Que me den con mi reclamo de ignorancia. Mate y preposiciones subordinadas toda la tarde, en este sábado lluvioso (y ya van...) de un diciembre desobediente que no sabe que tiene que traernos el verano.
Uf...

martes, 24 de noviembre de 2009

En garde! (ii)

¿Tiene casa? Sí, tiene casa. ¿Tiene auto? Sí, tiene. Dos en realidad: uno él, uno ella. ¿Televisor?¿Heladera con freezer? ¿Lavarropas? ¿Microondas? ¿DVD? ¿PC? ¿MP3? Sí, tiene todo eso. Pero hay cosas que no tiene, cosas que le son negadas. Cosas que merece, cosas que ha perdido. Eso cree. Por eso tiene sed de justicia, sed de venganza, sed de restauración. Por eso en los bares se va sin pagar. Por eso escamotea libros en las librerías. Por eso se cuela en los recitales. Por eso. Porque se lo deben. Ellos, los otros. Todos.

Especiales de Tocadesata

domingo, 22 de noviembre de 2009

reciclado

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De chica creía que era mejor no llorar porque una vez que empezara no iba a encontrar razones para dejar de hacerlo nunca. Después crecí, fue imposible parar algunos desbordamientos y gracias al tiempo (y a Camus “Nada dura. Ni siquiera la pena dura”, siempre tan triste él) me pasa que cuando veo venir algo que parece que no va a terminar jamás, me relajo y dejo fluir hasta que se agote.
Mis últimas obsesiones surgieron de pronto, llegaron de mano de alguna nimiedad, se quedaron un tiempo dando vueltas y terminaron yéndose tan sutilmente como vinieron.
De un viejo casete de un cantante español pasado de moda, que se transformó en una búsqueda virtual, que sobrevino en varios mails y terminó en indiferencia, quedó una extraña nouvelle que espera todavía de su momento para salir a caminar sola.
Pero no todas mis obsesiones terminan bien, o mejor dicho, acaban transformadas en otra cosa, en otro plano, con otra libertad. Algunas se van sin más, aburridas, estériles.
Ahora, aunque su apogeo ya pasó, estoy germanófila. Una miniserie, un actor, y a partir de ahí, literatura, películas, historia. ¿Por qué? ¿Qué tiene de atractivo un país del que solo conozco una ciudad (Heilderberg) y algunas pocas autopistas?
A veces esa búsqueda de sentido a lo que tranquilamente podría no tenerlo (el amor es así), es el motor de mis pensamientos y por tanto, el lugar de mi fuga.
Hay una razón macabra por la que esa “atracción” se mantiene hoy activa: ellos y nosotros, alemanes y argentinos, tenemos el demonio en las entrañas. Fuimos capaces de armar una maquinaria inmunda para matarnos a nosotros mismos. Que pensáramos -pensaran sus autores, creyeran sus adeptos-, que no era a una parte de un nosotros a la que estaban masacrando es una espantosa marca en común.
Quien sabe, si estos pensamientos, hoy perennes, siguen ahí un tiempo más, tal vez devengan en algo bien alejado de la muerte. Que esa es la idea, siempre; es la única idea.
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martes, 17 de noviembre de 2009

En garde! (ii)

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- ¿Los 40 principales te echan mucho de menos, no? -le dijo apenas atravesó la puerta. Sabía que hacer música para comerciales no era lo que había deseado.
Él se quedó con la botella de agua fría en la mano cuando recién empezaba a ofrecérsela.
- ¿Qué dices? ¿A que viene eso?
- Escribo cuando sale, no necesito supervisión, disculpa.
Matías se quedó un momento mirándola, luego hizo un gesto de disgusto con la boca y volvió a su lado en la cama.
- No te enfades, no te estaba supervisando. Solo digo como están las cosas.
- Están bien, gracias -un silencio duro se ejecutó entre ellos.
- Pensaba -continuó él- que es verdad: tu no escribes sobre torturados en general. Les exiges mucho más, claro.
- ¿De qué hablas?
- Escribes sobre héroes torturados, sobre excepciones que luchan por ser casi-humanos... Les reclamas demasiado, como a todos.
- ¿No será que tu te conformas con poco?
Una negra garra de odio-amante paralizó el ambiente.
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domingo, 15 de noviembre de 2009

En garde! (i)

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- Ustedes solo escriben sobre seres torturados -dijo de cara a la ventana.
- No es cierto -concedió ella para luego redoblar- Los torturados, como tú los llamas, no son especiales por eso, por su tortura. Es la duda lo que los hace...
- Nos hace..
- Los hace interesantes. La duda, los quiebres, las aristas de una existencia inconveniente. Es eso.
- ¿Inconveniente? -se giró sobre su hombro para mirarla de reojo- Inconveniente. Suena bien.
- Además, yo no escribo sobre torturados- aclaró ella con firmeza mancillada.
- Tú ya casi no escribes de nada, ¿no?
Saltó de la cama rumbo a la cocina, en busca de un poco de agua, dejando el halo de maldad reluciendo a sus espaldas. Ella esperó, con el golpe atravesado en la garganta.
Siguió atenta su regreso, no iba a gritarle su respuesta.
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martes, 10 de noviembre de 2009

diario

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Voy a empezar un diario. ¿para qué? No, la verdad no lo sé.
Un poco por influenciable, muchas horas de Los Mann me dieron curiosidad. Otro poco por seguir experimentando con esto de mi relación con la escitura. A la larga todo lo escrito hasta ahora es para un lector otro: cuentos, relatos, trabajos, blog, notas, etc. Siempre está ahi, agazapado, el lector ideal o idealizado.
Imagino que con un diario pueden pasar dos cosas: la generación de una escritura automática creciendo para no ser reproducida nunca o la aparición sorpresiva de una Gabriela lectora, destinataria de mensajes particulares.
No se, tal vez no dure más de dos días. Habrá que probar...
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domingo, 8 de noviembre de 2009

razón 62

Y hasta ahora me doy cuenta:
para ser otra no hay que amputarse el hogar sino dejar de hacer las mismas cosas, desprenderse de los malos amores, enamorarse de nuevas canciones, nuevos libros, nuevas visiones.
Conservar lo necesario, salir a olvidar lo inútil, perderse en inagotables confusiones tibias.
Sólo ahora lo entiendo.
Una nueva razón de osadía.
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domingo, 1 de noviembre de 2009

dijiste

Perderás esas incómodas murallas protectoras,
avanzaré, fija la mirada,
temblarás sabiéndote vencible,
frágil, viva en los antojos,
el mundo será un caos.
Estallarás, colmada, sobre restos
de espuma.
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domingo, 25 de octubre de 2009

Norha, ayer

Podría salir de casa, a estas horas, con esta llovizna, dejar todo atrás, en lo seguro, esperándome. Salir, meterme en la ciudad en busca de algo tóxico, alguna cosa adormilante y motivadora. Podría sentarme a esperar, en algún bar, a tener más ganas, a que sea más necesario. Podría no esquivar esa mirada, ocasionarla, provocarla, porque esa forma de sujetar el cigarrillo me hizo un poco de gracia. Y no saber en qué momento ya estar hablándole, aceptando su roce, entendiendo sus gestos sin comprenderle casi ninguna palabra. Sentir como el humo oculta el temporal, como el olor a tierra mojada está anunciando exilios, como vamos transformándonos en vórtice, como se huelen los besos por hacer, como solo quiero saber su nombre para jugar con sus sonidos, para abanicarme con sus letras cuando llegue el sopor de las sábanas gastadas. Podría necesitar después una última calada de vértigo compartido, viajando de mano en mano, de boca a boca, de murmullo en murmullo. Podría verle guardar silencio o pedirle algún canto tradicional para que no le entienda, mientras nos vamos quedando dormidos, descelebrados. Podría aceptar el desayuno del hotel mientras lo dejo explicar la llegada del hombre a la luna o la última detención en boxes o la estática respiración del lince cuando está por caer sobre su presa. Ya no sé quien es; ya no sabré quien era. Y podría volver a casa, simular que soy la misma, pero ya no, ya no más, porque a partir de ahora: ella.
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viernes, 23 de octubre de 2009

después

Después de un día de calor impertinente, agobiante; después de un día de voz carrasposa, casi nula; después de mucho de lo mismo, después de llegar a casa, después de cambiarme de ropa, después de dos tandas de mate, después de una cena al paso de palta y queso, después de que empezara la lluvia, después de que el viento se llevara todo, mientras el cielo todavía se escandaliza entre truenos blancos, al alcance de todo el casi-jazz que puedo disfrutar; después, llegás vos y entonces yo, desde este encendido precipicio, sonrío.

miércoles, 21 de octubre de 2009

nuestros amores

Las chicas tenemos muchos amores. Y eso nos pasa porque contamos con esa extraña y hermosa habilidad de sentirnos enamoradas incluso de hombres a los que no tocamos ni tocaremos nunca. Artistas en su mayoría, famosos en general, aunque nada nos priva de enamorarnos así, pasivamente, de ese hombre que toma otro colectivo en la misma parada que nosotras, casado, padre, sí, puede ser, pero que nos encanta verlo, esperarlo a que llegue y que después se vaya, sin decir, ninguno de los dos, ni mu.
Es verdad, los famosos se quedan con los mayores réditos, pero ahi también ejercemos una virtud que en vivo y en directo no permitiríamos ni de chiste: ese famoso lo compartimos, puede ser el amor de miles de mujeres y no nos importa porque ese sentimiento que se arrebata dentro nuestro es único.
A veces nos toca llorar por una muerte demasiado prematura, y nos deprimimos en serio, bueno, casi en serio, nos obliga a replanteranos cosas, casi replantearnos, y dudamos en volver a enamorarnos de otro porque aprendimos que hasta lo virtual, cuando es intenso, también duele.
Vamos, todo este speech para declarar mi más reciente amor. Las que me conocen desde hace tanto saben que soy bastante enamoradiza en este asunto de los virtuales: la lista es inconmensurable y va desde ancianos maravillosos hasta jovencitos, eso si, que tengan cumplidos los 18. Bueno, sumamos otro, esta vez, alemán.
Van a ser escasos tres domingos de romance, tres noches en la que no me importa nada que al día siguiente haya que ir a ese arrebato de mediocridad y rutina que es mi trabajo. Tres domingos (me queda uno nada más, snif!) donde todo lo real desaparece para dejar acomodarse en mi sillón a una sensibilidad descontrolada. Y es que además de "él", la miniserie donde actúa es buenísima.
Los Mann es una serie del 2001 que trae a esa familia a mi casa los domingos a las 22 por el canal EuropaEuropa. No quiero detenerme mucho en ella, pero cuando un programa de televisión o una película te hacen sentir una época, sentir no entender, creo que las vuelve imperdibles. Sí, otra de mis debilidades: esas realidades virtuales que me sacan de mi misma y mis complicaciones me fascinan profundamente.
Pero bueno, él. Ya varias nos enamoramos cuando vimos La vida de los otros. Sebastian Koch fue el escritor espiado que se entera tarde y antes fue Klaus Mann, ahora, en mis domingos, es Klaus Mann. Y no importa que le salga tan bien el personaje de homosexual, lo vimos antes como Georg y sabemos que siempre es Sebastian, el bello y viril Sebastian con el que el próximo domingo tendré nuestra última cita. Hasta la próxima, claro.
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sábado, 17 de octubre de 2009

sábado, 3 de octubre de 2009

primavera, a consecuencia de...

Pensaba escribir un poema que dijera algo más o menos así:

no quiero darte fiestas sino felicidades, amor
no impresionarte con flores,
instantáneas de una belleza que ha comenzado a morir,
sino regalarte plantas a las que hay que
cuidar
alimentar
esperar,
en las que hay que poner esfuerzo y esperanza,
donde hay que ensuciarse las manos con tierra

Pero eso no es poema ni nada y tal vez no quiera ampararme en la poesía,
o no pueda,
el tema es que
la primavera emociona porque deviene del invierno
porque renace lo que parecía muerto
porque nos trae lo que creíamos perdido

Por eso es que,
cuando celebramos la belleza o el amor como lo hace Juan,
celebramos dos veces:
el apoteosis que llega
el dolor que se apaga

nos han espantado, sí,
pero estamos de vuelta

¡feliz primavera!

viernes, 2 de octubre de 2009

primavera, you know...

Fábrica de amor (II)

Álza tus brazos, ellos encierran a la noche, desátala
sobre mi sed,

tambor, tambor, mi fuego.
Que la noche nos cubra con una campana

que suene suavemente a cada golpe de amor.
Entiérrame la sombra, lávame con ceniza, cávame del dolor,

límpiame el aire:
yo quiero amarte libre.

Tu destruyes el mundo para que esto suceda
tu comienzas el mundo para que esto suceda.

Juan Gelman, por supuesto...

sábado, 26 de septiembre de 2009

domingo, 20 de septiembre de 2009

Sentencia #4

Llega otro viento azul a tu mirada
destrozando el verde tiempo de tu olvido.
No lo sabes
o no comprendes.

Sin embargo,
la larga espera amarilla ya ha marchitado
el rojo despertar de tus yemas en mis surcos.
Y aunque siempre y mientras tanto
siga tu voz violeta
desgranando frases coloreadas para otros.

Nunca más naranja fue el ocaso
que en aquel atardecer ocre de futuro.

* Per Rafa, avui sense fantasmes

miércoles, 16 de septiembre de 2009

no hacerse el boludo

Hay veces que uno tiene que tomar partido, ponerse de un lado y mirar desde la otra vereda.
En algunas de esas oportunidades, dar una mirada alrededor y ver que bando eligen los otros, ayuda a definirse: a su lado, nunca.
También ayuda escuchar y ver las mentiras que intentan hacer pasar como verdades.
Y a no olvidar nunca que el comunismo puede no haber sido, que Marx esta muerto y remuerto, pero que la lucha de clases tiene una existencia más real que este café con leche que tengo adelante.
Los recursos, en muchísimos de los casos, son finitos. Eso implica, inexorablemente, digo, INEXORABLEMENTE, que para que unos tengan mucho otros deben tener nada.

Hoy se vota en diputados la nueva Ley de Servicios Audiovisuales y aunque parezca una excentricidad, levanta polvaredas donde se es muy difícil respirar.
Que quede claro: necesitamos una nueva ley que reemplace la que nos impuso la última dictadura, una nueva legislación en general que nos defienda de los monopolios u oligopolios audiovisuales que en estos tiempos mediáticos, son más peligrosos que la gripe A (que por cierto no sería nadie sin ellos) Y no hay mejor tiempo que ahora, porque después no existe. Los 26 años de presiones (porque este no es el primer intento de cambio) lo demuestran.

Necesitamos, en general, que dejen de tratarnos como consumidores, porque no se si a todos pero sí a muchos de nosotros, nos gustaría mejor ser ciudadanos.

Necesito, en particular, que quienes lean estas líneas, sepan que estoy absolutamente convencida de esto que digo, convencida desde el uso absoluto de mi inteligencia (leo, comparo, analizo, evalúo y decido), convencida y angustiada y decidida a creer que no nos pueden ganar siempre, que no pueden decidir siempre los que tienen más plata, que no pueden ser tan burdos en sus mentiras y nosotros como si oyéramos llover.

Vivimos en un país donde hasta el espanto se ha naturalizado.
Hoy se cumplen 33 años de la Noche de los lápices, nombre dado por los mismos asesinos un una muestra de cinismo increíble, de esas 5 noches en que las autoridades máximas de este país (arribadas por un golpe de estado) entraron en la casa de 10 estudiantes secundarios para desaparecerlos. Uno de ellos tenía 14 años.

vamos, repito

adultos que robaron a sus seres queridos, en medio de la noche, un chico de 14 años para torturarlo y luego asesinarlo

En este país, con esas bestias sueltas vivimos. En este país, con esos que con su dinero alentaron a esas bestias, vivimos.

¿Qué es en comparación con eso una discusión embarrada para abrirnos a todos los hoy concentradísimos medios de comunicación?
tal vez nada, absolutamente nada.

Solo que tengo la necesidad de contarles, de definirme delante de todos.

A favor
de que el Congreso Nacional
sancione una nueva
Ley de Servicios Audiovisuales

Perdonen, pero es que cuando una se cree que ciertas premisas básicas estaban ya consensudas, descubrir nuevamente los filos de la noche da mucha impotencia.

"vano intento el de la noche,
los lápices siguen escribiendo"
(pintada en la pared del instituto secundario Raggio)

martes, 15 de septiembre de 2009

observatorio

mira, ella, desde lejos,
desde fuera,
desde antes,
lejos.

mira, ella, al hombre
que ama con sus lápices,
biromes,
teclados.

ella observa como
el aire se llena
y no
no es ausencia.

ella, que mira,
no cree,
observa,
y calla.
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sábado, 12 de septiembre de 2009

me rindo

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es así: me rindo.
No puedo con el facebook, no lo entiendo, o mejor dicho, no comparto.
Lo intento, pero no hay caso.
No me gustan esas frases cortísimas, dichas para todos, tanto sea mi abuela (que está muy modernizada la señora) o mi compañero de trabajo o mi amor o mis compañeros de la escuela primaria, o mi jefe o la hermana de la prima de una amiga, que por tener muchos amigos facebooquenses, me tiene en su lista; porque es feo despreciar a quien "te invita a ser su amigo" y entonces una pone "acepto" a todo y termina sabiendo lo que le dice la galleta de la suerte a la vecina de al lado. Porque ya no le digo buenas noches a la vecina, sino que se lo escribo en su muro.
No Marce, no te apresures, no es la renegada que me sale de las entrañas. No, o por lo menos, no solo eso.
Yo prefiero un mail largo, lleno de breves detalles de mis dos últimas semanas, repleto de preguntas sobre los dos meses que pasaron desde el último mail que me llegó del destinatario. Prefiero contarle mis miedos, mis risas ante el ridículo, mis alegrías y esperanzas. Prefiero que otro me diga "gabi, no sabes que contento estoy", a mi, directamente a esta que ambos, y solo ambos, sabemos quien es.
Prefiero conversaciones, textos, mensajes, palabras que me incluyan en su creación, que incluyan al que las crea tanto como al que las recibe, y fundamentalmente, que contengan la relación que nos une.
Prefiero incluso los blogs, ejercicio narcisista, es verdad, pero a los que una se acostumbra, de los que una se aficiona, sigue y persigue (como en el amor) porque quiere estar ahí, escuchando y viviendo los cambios junto con el otro. Y ahí no importa si el mensaje es solo para una, porque es más fuerte la pasión, el trabajo, el tiempo, las esperanzas, la viceralidad del creador; eso contagia, eso acerca, eso humaniza.
Prefiero dedicarle tiempo a mis afectos y no solo tres lineas.
Tres líneas (o dos, o una) me dejan triste, me hacen sentir lejos.
Y por sobre todo, no necesito que una web me diga cuantos amigos tengo, nunca me interesó contarlos, solo necesito sentirlos cerca, con ganas (posibles o no) de tomarnos entre charlas, miles de millones de mates.
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miércoles, 9 de septiembre de 2009

futuro

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a ver:
me voy a dormir
con la esperanza en alza/
no me llames esta noche,
mejor, ya no llames nunca.
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jueves, 3 de septiembre de 2009

recién volvía en el subte
olor de las horas pico

pienso el porque
de tu frase
quisiera hacerte daño

¿Cómo?
si nunca sufrís

yo pediría un hechizo
para olvidarte

¿Se puede?
¿Por cuánto tiempo?

una nena se acerca
estampitas
dibujos de un
Dios que no mendiga

Paola Ferrari, de No tener nombre (Plaqueta de Zorra/Poesía)
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martes, 1 de septiembre de 2009

Paola Ferrari: No tener nombre

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colectivo acelera
en la velocidad
pierde tu cara
tus manos establecen
pasajera ochenta centavos

monedas que se caen
del bolsillo roto
trayecto
ruedan, ruegan,
suenan en el piso

mejilla vidrio madrugada
¿Gesto a la carne ajeno?

te veo desde la ventanilla
viajás en tu auto
¿A dónde?

no sé nada de vos
ocasional
de la calle

a la tarde levanto
cajitas de cigarrillos
siempre encuentro
la marca que fumás

de vos no sé
nada


Paola Ferrari, de No tener nombre (Plaqueta, Zorra/Poesía)
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sábado, 29 de agosto de 2009

sábado

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calor extraño en ciudad extrañada.
En estos días estamos preguntándonos porqué naturalizamos ciertos actos o acciones sociales. Algunos nos lo preguntamos, otros no.
Calor en agosto: un recreo.

Sábado, noche recien llegada o tarde acabada de ir.
PaO y Lau recortan las hojas para la reedición del libro objeto.
Ger lee los poemas del proximo autor a editar por Tocadesata.
Yo, escribo; retrato el momento y por un rato me olvido de que a veces, es muy difícil llegar.
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lunes, 24 de agosto de 2009

Albert (epílogo)

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Su casa, la mía, el ascensor, las escaleras, el mármol gastado, la noche, la ciudad, su continente, el mío, las llaves acertando, la luz junto a la puerta, el trueno, la música, Esperando por el milagro, el sofá, la pequeña y solitaria lámpara, el papel de arroz, la biblioteca, las cortinas en vaivén, las nubes, el silencio, las primeras gotas, su compañía expandiéndose en mi pelo, la pequeña brasa de mano en mano, el vino, tinto, la preocupación, los fantasmas, la risa, la devoción por los inicios de los textos de Faulkner, el sol, el otoño brillante, Arlt, la playa, el sur, los viajes, la impaciencia, el amanecer, la pereza.
“El libro” me dice “debe quedar inconcluso. Por ejemplo: “Y en el barco que lo devolvía a Francia…”.

sábado, 22 de agosto de 2009

Albert (+ + + cont. - - - )

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Salimos. La noche está más fresca que como la dejamos al entrar al bar. Albert me pregunta a quién estoy leyendo ahora. “Houellebecq” le digo. “Mmm, no sirve” “¿No sirve? ¿Servir para qué?” le contesto un poco ofuscada. Servir no es una palabra que me guste ver emparentada con literatura. “¿Ves ahí? ¿Ves que hay como un anfiteatro unipersonal?” Un pequeño recoveco en el borde de una plaza, sí, efectivamente, parece un estrecho anfiteatro. Esa plaza la conozco, estamos a pocas calles de su casa. “¿Vas a montar una performance espontánea a las tres de la mañana?” lo provoco. Me mira, con los ojos brillantes, encendidos por su pasión, me sienta, se sienta frente a mí y comienza…
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viernes, 21 de agosto de 2009

Albert (+ + + cont. - - )

“A veces tengo miedo de no ser lo suficientemente valiente” me dice. No le creo porque él es muy valiente, o mejor dicho, nada cobarde. “Tengo miedo de que la escritura se me paralice, de que se me haga demasiado fácil. Que no me duela” ¿Es que estuvo confraternizando con mis fantasmas? “De todas maneras, no podría dejarlo” me tranquiliza. “Temías tanto a los autos después del accidente, ¿recuerdas?” Recordaba. “No, no es verdad” me desafía “No pude llegar a tener miedo, no me dejaste. Me obligaste a montar a uno y otro y otro apenas tuve fuerzas para sentarme” Recordaba, es verdad, pero con algunos silencios. Había sido hace tanto tiempo…
“No vas a dejar que me quede dormido, ¿verdad? No vas a dejar que me duerma.” No, no, no.
No.
No.

jueves, 20 de agosto de 2009

Albert (+ + + cont. - )

Una garúa incómoda empañó nuestro recorrido. “¿Volvemos?” “No. Me gustaría seguir cuando pare. Va a parar, ya verás” Tenía que parar, teníamos que seguir perdidos en medio de la sofocada naturaleza ciudadana. “¿Dónde estamos?” “Lejos” Sí, ni los nombres de las calles nos eran familiares y aunque con una sola pregunta podríamos devolvernos al mundo, no íbamos a la pronunciarla. “Hay un bar ahí enfrente, pero es… Me daría miedo entrar si no estuviera con vos” “Entremos entonces. No nos va a faltar el alcohol barato” Justo cuando atravesábamos la puerta me tomó firmemente por la cintura, pegándome contra su cuerpo.
Soy una mujerzuela de oscuro tugurio, ebria de desencantos, rescatada de unas volátiles tinieblas blancas. Soy su protegida, su compañía, el resultado de su virilidad, dispuestos a olvidarnos de todo en tres u ocho segundos.
Elegimos la última mesa, de espaldas al mundo, justo cuando dos nubarrones desangelados parían una blanca luna de agosto.

miércoles, 19 de agosto de 2009

Albert (+ + + cont.)

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“¿Nosotros nunca necesitamos drogas, no?” “Nop” responde y sonríe.
“¿Eso tampoco es cierto, verdad?” Me cuenta de las pequeñas pérdidas de memoria, del hambre, de la sed infinita, de la risa, de los chicles. Le digo de las yemas de los dedos sobre el cabello corto de su nuca, de los ojos brillantes, de los poderosos latidos de un corazón estallando en el pecho del otro, de los labios calientes y amargos del final. “No, tampoco” me dice. “Y aún así, Albert, debo reconocerte que tus verdades cicatrizan.” Silencio, otra calada a su cigarrillo: “¿Es que alguien puede vivir con las heridas abiertas para siempre?”
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martes, 18 de agosto de 2009

Albert (+ + cont.)

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Muchas veces hablamos de arte. De pintura, de arquitectura, de cine. Somos aficionados amateur así que contamos con impunidad para decir cualquier cosa. Intentamos -involuntaria, deportivamente- despertarnos inquietudes sobre casi todo. ¿Qué podían pintar los incas dominados mientras Caravaggio daba vida a Judith y Holofernes? ¿Qué final de película fue el más inapropiado e hiriente? ¿Por qué no pintar graffitis en todas las construcciones del racionalismo italiano o simplemente dinamitarlas y empezar de nuevo para erradicar ese estilo de la faz de la tierra? Pero de lo que sin ninguna duda más nos gusta hablar es de literatura, o mejor dicho, de escritura. Pasamos muchas horas alabando a algún autor o a alguna novela o cuento o poema. Alargamos el elogio hasta el extremo, disfrutando de cada palabra invertida como si fuera una especie de redención. Somos un par de ateos deseosos de estar en un error.
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lunes, 17 de agosto de 2009

Albert (+ cont.)

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Albert me pregunta que tal mi día y yo le digo que nada nuevo. “Nada nuevo. Todo tranquilo”. “¿Y en un día venusino?” quiere saber. “Ese viene más complejo. En casi un año pasan muchas cosas. Además no hace tanto que no nos vemos.” No decimos nada, solo caminamos. “Últimamente alguien me ha decepcionado” le cuento. Sé que la naturaleza humana le apasiona aunque siempre desde una óptica muy particular. Quiere saber porqué, porqué alguien me ha decepcionado. Le digo que no tiene mayor importancia porque hace mucho tiempo ya que no lo frecuento. Sabe del flujo imparable de la información así que no le interesa saber de qué manera lo ha hecho, decepcionarme, sino porqué yo lo siento como una traición. “No, no traición” le aclaro “decepción”. “Que no es más que la traición a una imagen que nos hicimos de alguien, en este caso tuyo, a la imagen que quisiste o creíste conocer de él” Le agradezco sinceramente la diplomacia de su comentario y continúo. “Me temo que es precisamente eso. Saber que no sé, que nunca supe y que necesité cubrir los huecos con fotografías planas” “Si es por eso” me conforta “todos los hacemos” Deja pasar un momento y completa “En mayor o menor medida. Todos lo hacemos”
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domingo, 16 de agosto de 2009

Albert (cont.)

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Empezamos a andar sin rumbo. Lo hacemos de vez en cuando. Caminamos hacia donde sea y cuando nos cansamos, si hay algún lugar para sentarse, lo aprovechamos. Sino hay, miramos a que calles llegamos y decidimos si volvemos a pie o buscamos algún medio de transporte. Es el único tiempo en que no se dónde estoy ni para adónde voy. Dejo ese mirar para fijar referencias; observo todo pero así como llega se borra de mi memoria. Sé que él tampoco sabe dónde está; sé que no me está guiando, solo sé que a donde quiera que lleguemos lo haremos juntos. Esas caminatas se repiten desde hace muchos años. Y digo se repiten porque en su evocación es siempre la misma, con distintas charlas, pero siempre la misma. Es aquella la de las tardes de otoño cerca del mar, cuando dejábamos atrás la ciudad para adentrarnos en el campo escarpado de rocas anaranjadas y resaca de pino. El sol tibio inundando, aún hoy, las frías noches de Buenos Aires.
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sábado, 15 de agosto de 2009

Albert

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Llega un mensaje de texto de Albert invitándome a caminar. “Si”. “Paso en 10”. Las mayúsculas las pone directo el celular, nosotros hablamos sin formato. No me llama porque sabe de mi profunda concentración en nada y de los prolongados raptos de aislamiento. Él también los pasa.
Toca el timbre y bajo. Le digo que es raro que nos comuniquemos así (mensaje de celular y caminata) sin teléfonos, sin mails. No le parece raro, su gesto indiferente me lo ratifica. Me da un beso y retoma su cigarrillo. “Podría llamarte. Puedo vivir con un no”. Le digo que nunca le diría que no y él me dice que ya lo hice, muchas veces. “Entonces sí te importan, sino no los recordarías” “Es solo estadística, probatoria.” Su seguridad me hace pensar. Es verdad, sé que puede vivir con una tonelada cúbica de mis noes en sus espaldas. “Es por eso” le digo “Es por eso que no te digo que no. Me olvidarías al instante siguiente” “Preferiría que fuera porque te gusta estar conmigo” Descansa, sabe que es por eso.
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domingo, 9 de agosto de 2009

como

Me siento como me siento y salgo de la muestra para acomodarme en un escalón. Es el frente de un negocio de venta de azulejos, son casi las 9 de la noche y espero que se me pase. Me siento como me siento y apoyo la cabeza hacia atrás, contra la persiana cerrada. Miro hacia adelante, dejo que mis ojos den cuenta de lo que quieran dar cuenta. Justo enfrente, del otro lado de la vía, el sexto piso de una casa de departamentos. Un balcón, un puerta ventana de dos hojas, una ventana más chica a la izquierda. Las luces prendidas, se ven tres focos y nada más que una silla vacía. Me siento como me siento y no puedo dejar de observar esa habitación lejana donde hay paredes color crema, ni una planta o cuadro o cortina y la silla, vacía. Me quedo ahí, mirando, esperando que llegue alguien y se siente, que pase alguien o algo que me ayuden a pensar que ahí no hay vacío. Me siento como me siento y me obsesiono con esa silla vacante. Se cruza lento por delante de la trayectoria de mi mirar un micro de dos pisos, de asientos cómodos, de viajes largos. Pero pasa y no puedo montarlo con mi imaginación porque me siento como me siento. Podría imaginar que me voy lejos, que la noche larga e incómoda traerá un nuevo horizonte. Pero es que me siento como me siento y mi cabeza vuelve como un resorte a la soledad de la silla. Si fumara, encendería un cigarrillo para que aunque sea el humo habite el espacio carente. Me duelen los ojos, el pecho, los oídos, los puños cerrados de hacer fuerza para que ese ausente se presente y llene esa silla y no se vaya nunca.

A un costado del edificio una enorme pelota roja aparece. Luna llena, me había olvidado. Sonrío, débil, dolorida. Quizás no importa por donde aparezca el milagro o es que tal vez la vida no se quiera andar sentando.

Me levanto, vuelvo a la muestra y me pierdo entre la gente. Me siento como me siento, helada, intranquila, caprichosa. Lejos.

miércoles, 5 de agosto de 2009

Si me casase con la hija de mi lavandera, a lo mejor sería feliz *

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Con una mirada verde clara es como más me gusta mirar. Porque después del silencio, su voz de imágenes rotas regresa a mí para decirme, despacio y a los gritos, que a pesar de todo, sí.
El tiempo no nos ha hecho daño (Juan), solo ha pasado, cambiándonos para mantenernos juntos, creciendo como dos arbustos paralelos a una distancia de océano, nos hemos hecho fuertes resistiendo diferentes vendavales.
Allá hay un bar que todavía lo contiene. Conserva su pasión y su desventura, pero ha cambiado su lápiz por una computadora portatil. Pero es el mismo, lo sé. Es aquel que.
No es fácil imaginarlo luchando entre tormentas contra pegasos sin alas. Fuegos, vientos y aguaceros, nieblas, truenos y tristezas, todo brotando de su interior, pero a veces y no siempre.
En medio de aquellos temporales está también su pureza, su intransigencia, su rebeldía y su combate. Quizás si supiera comer una naranja caliente, recién arrancada del árbol, su pena no sería tan inmensa. Pero no puede, no quiere. Él quiere ser distinto a aquel que lo mira desde su espejo. Quiere pensar que aquello que se revuelve en su estómago es más real que lo que ven sus ojos. Tiemblan sus voces cuando asegura sus miedos, pero son faros en tormentas ajenas cuando insinúan te quieros.
Es, entonces, un hombre-poesía. Un hombre que inquieta con su estructura y sus sonidos, un hombre que se resiste a si mismo, un hombre que son dos y diez y veinticinco.
Es a ese hombre al que me gusta llegar cuando todo es lo que parece. Es ese hombre, y no sus sueños, al que quiero tener a mi lado cuando la canción triste me deje a oscuras.

* Fernando Pessoa

domingo, 19 de julio de 2009

realidad psiquíca

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Iba yo leyendo un apunte de Gramsci camino a un asado en casa de mi hermana, domingo a mediodía. El texto (una fotocopia oscurecida, de letra ínfima difícil de distinguir) estaba plagado de notas al pie que decían cosas como: "fijarse que dice tal sobre...", "revisar el texto de cual...". Raro, pero es que la realidad es dura y el hombre escribía su teoría estando preso y enfermo y no podía consultar esos libros que se acordaba casi al detalle, pero no de memoria.
Harta de ese viaje de casi una hora, en ese colectivo sucio y rotoso, pensé que qué cosas hace la mente (y la lectura en este caso) que me ayudaba a olvidar el entorno de travesía sumergida en esos textos que escribió un hombre encerrado para olvidar su prisión y ligarse, aunque sea intelectualmente, a la libertad y al raciocinio.
Llego a casa de mi familia, el asado apenas estaba acomodado en la parrilla, y le comento a Liliana (hermana y psicoanalista , en ese orden la mayoría de las veces, pero no siempre) mi "descubrimiento" sobre el poder de la mente. Con un gesto de burla, me bajó los humos de un golpe "¡ay nena, que viva que sos! Ya lo dijo Lacan muchos años antes: eso es la realidad psíquica"

Bueno, indudablemente, me faltan lecturas y además no es la primera vez que llego tarde a algunas evoluciones intelectuales de la humanidad. Pero, y aún a riesgo de banalizar el concepto, sepan disculpar la superficialidad de la intentona, voy a aprovechar este espacio virtual, tan real y tan ficcional como cualquier otro, para reseñar en próximos post algunas de esas realidad psíquicas que me ayudan a vivir en este universo tan....
Hasta pronto
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sábado, 18 de julio de 2009

raros

Un chico de su clase se coló en su casa por la puerta de entrada y se lo encontró tumbado boca arriba debajo de una silla "¿Qué haces?", le preguntó. "Pienso"-le respondió sin pensar- Me gusta pensar".
Al poco tiempo lo sabía toda la clase: el chico nuevo era raro, no era normal.
Infancia - J.M. Coetze

martes, 7 de julio de 2009

Norte

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La cabecera de la cama, la pared pastel y detrás, la mañana porteña. ¿Cómo amanece ese hombre? No todo el mundo, pero bastantes más de lo aconsejado, lo detestan. Él lo sabe. Es un secreto a voces. Como aparece en la tele eso le alcanza como coartada: “Es por la fama. Son celos. O rencor, tal vez”.
Le está errando feo a las razones: esconde verdades torpemente, es abyecto, molesto y arengador. Es por eso.
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domingo, 5 de julio de 2009

domingo politizado

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Esperaba ansiosa el domingo para poder leer "el página". Ahí nos juntamos para pensar juntos.

Hoy tengo mucha literatura que leer, algunas fotos que sacar y una casa para volver a convertirla en hogar. Estaré atenta a Telsur a ver que pasa en Honduras, ando necesitada de que algún "lo que debe ser", sea.

Mientras, Jose Pablo
http://www.pagina12.com.ar/diario/contratapa/13-127745-2009-07-05.html
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sábado, 4 de julio de 2009

dice Hebe

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"este país da para vivirlo con pasión"

habrá que volverse loca, como ellas, las madres, para entender que solo la lucha (la presencia, la perseverancia, la seguridad en la idea) pueden devolvernos la cordura
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jueves, 2 de julio de 2009

la peste

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Miro la foto de la tapa del libro y pienso que me gustaría no haberlo leído para poder descubrirlo de nuevo.
La peste, de Camus, digo.

Vengo un poco golpeada de las pantorrillas para abajo. El fin de semana pasado vi Vencedores y vencidos -El juicio de Nuremberg, (blanco y negro, si, muy negro) y dos sábados atrás La caída. Es verdad, la naturaleza humana no es buena.

Vengo un poco grogui por los golpeteos y ahora llega la gripe porcina, influenza A o virus h1n1.

Ya no puedo rendir ese final, ya no puedo ir al seminario sobre empresas recuperadas, ya no puedo verle la boca a la gente cuando habla porque la mitad tiene barbijo. La calle parece un desfile de enfermos terminales, hace frío, anochece rápido.
Estoy harta de las ideas conspirativas: ahora parece que el gobierno confiscó todos los medicamentos para esta peste, los diluyó para que haya mas pero así no cura a nadie.
Desopilante idea la de imaginar al "gobierno" (dos personas nada más, ellos dos, claro, la suma de todos los males) echándole agua, aspirina (como a la coca!) o talco al tamiflu!

De la gripe se vuelve, de la boludez no.

qué desastre... (perdón por el comentario trillado)

Menos mal que vino mi amiga Marce a Buenos Aires, ella siempre me pinta la vida con otros colores...
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miércoles, 1 de julio de 2009

sábado, 27 de junio de 2009

mañana votamos

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Mañana hay que ir a votar. Acá es obligatorio: universal, secreto y obligatorio. Es así por tres razones que parecen pasadas de moda pero nunca se sabe cuando van a pedir que vuelvan: votamos todos sin importar raza, religión, sexo o condición social; es secreto para que ningún "patrón" nos obligue a votar por sus amigos y es obligatorio porque es responsabilidad de todos elegir el tipo de país que queremos tener.
A mi me gusta ir a votar y me gusta por muchas cosas: porque tomo partido, porque reflexiono, porque analizo la dialéctica de discursos increíbles, algunos intolerables casi, porque aparece la sensación de que todos estamos en el mismo barco, todos tenemos que hacer un mismo hecho este domingo y el día entero se organiza para todos a partir de eso. Me gusta especialmente poner el voto en la urna, me acuerdo en ese momento de quienes no están, de las víctimas de la dictadura más salvaje (esas ausencias con las que convivimos y que están más presentes que nunca) y de los salvajes dictadores que no les gustaba (¿gusta?) nada que hagamos "esa tontería de elegir, como si estuvieran preparados, no somos todos iguales, los comprás con un pancho y una coca" En ese momento, les juro, me late el corazón y me estalla una sonrisa irrefrenable.
Cerca de las seis, cuando cierran los comicios, me empiezo a poner ansiosa. Pocas, poquísimas veces gana el que yo voto y muchas, muchísimas veces "amplían su mayoría" quienes no votaría ni borracha. Como eso de la boca de urna no funciona del todo bien por estos lados, recién tres o cuatro horas después se sabe como van las cosas. Es ir a dormir con la radio para escuchar hasta el último instante antes de que llegue el sueño.
Mañana votamos. Estoy contenta aunque ya sé que vivo en un bastión de la derecha y mi voto será de una de las minorías. Igual estoy emocionada y aunque suene cursi, y a pesar de sus carencias, viva la democracia.
(Acordarse: recreando a Saussure, el valor de la palabra democracia viene dado por aquello que no es: si no hay democracia no llega la revolución social sino las dictaduras)
saludos!
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miércoles, 17 de junio de 2009

Mitologías aliadas con la patronal

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Quizás por lo que tienen en común, aunque es bien poco, y por lo mucho que los hace diferentes. Quizás porque son mis viajes y mi memoria lo que toman como nexo. Quizás porque son misterio, mito, leyenda, explicación o justificación justo donde la realidad confunde pasado y futuro. Quizás por algo de eso, quizás no, es que quiero contar algo de ellos.
Son dos extraños personajes nacidos fuera de las ciudades, ligados al trabajo sobrehumano y al castigo, si es que este falta. Dos continentes, dos hemisferios, dos realidades y, sin embargo, ese olor en los relatos que los ensambla.
Allá en Ibiza, el Fameliar es un enano nacido en una botella en la que fue atrapada una hierba efímera que muere apenas nacida la misma noche de San Juan. El monstruo es, en este caso, de ese lado del mundo, un pequeño engendro hiperactivo que al ser liberado de su ampolla, reclama muy, muy, muy insistentemente “feina o menjar" ("trabajo o comida"). El engendrito es capaz de construir una casa en unas pocas horas, tal es su vocación laboral, y con esa misma energía se dedica en devorar alimentos si las tareas le faltan.
Acá, en el Norte argentino, el Familiar es un monstruo acorde con nuestros desvelos trágicos. Una especie de perro, con o sin cabeza según los diferentes relatos, empardado con los dueños de los ingenios azucareros para engullir sin piedad a los trabajadores extraviados. La cuota es uno al año: si acaso a veces la zafra se cobra algunos más es porque el engendro estaba hambriento. Según parece, durante la oscurísima noche dictatorial, su voracidad fue insaciable.
De cómo el gracioso fameliar, nacido entre las hogueras de la noches de San Juan, llegó a trasvestirse en el mismísimo fuego devorador, es quizás la más sobrehumana –e innecesaria- de sus feines.
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viernes, 12 de junio de 2009

impunidades santas

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Las ganas no se le fueron.
Se le pusieron los ojos rojos como granadas maduras de tanta mirada lasciva. La boca se le llenó de dientes como pequeños puñales, tantos, que desde lejos parecían un ejército devastador en busca de sus víctimas. Las manos, sus viciadas manos, fueron redes, anzuelos, arpones, misiles, barcos pesqueros, submarinos nucleares surcadores de mares de inocencias rotas.
Las ganas no se le fueron y alguien le dio permiso y emancipación para seguir satisfaciéndolas.

(Y seguimos siendo tan firmes, tan del lado de la justicia, que nadie va a ir a romperle la cara a un cura pedófilo, insistiremos ante la ley, siempre)
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sábado, 6 de junio de 2009

yo no se

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Definitivamente, el abismo entre teoría y práctica es como ese lugar donde caen las aguas de la Garganta del Diablo que, según dijo el guía, nadie puede saber que profundidad tiene.
Me llevo mal con Facebook, es muy lento pasar de una funcionalidad a otra, veo mucha información que no me importa, se puede encontrar gente que todavía importa aunque no debería... En fin, no me entusiasma.
El martes de esta semana apareció un mensaje de mi casilla de una compañera de la escuela primaria. El nombre era el mismo pero la cara no, claro, tantos años. Me preguntaba si yo era aquella. Le dije que si y a partir de entonces no paran de llegar los ex-compañeros.
Yo acepto a todos pero no contesto nada. No se que decir. No son ellos los de mis recuerdos, no soy yo la que era, me sorprende que se acuerden, la verdad. Pero ahí están, se juntaron la semana pasada y están felices de reencontrarse. Yo estoy simplemente petrificada (claro, normal en mí).

El facebook pervierte el tiempo. Con el espacio ya se sabía, desde que marcando un número de teléfono se puede hablar con la vecina de al lado o con alguien de otro continente, el espacio pasó a ser algo menos importante. Pero el tiempo venía impune, hasta ahora.

¿Cuántos miles de personas se reencontraron con viejos compañeros, amigos, parientes con esto del facebook? Yo sabía que eso pasa, es más, es uno de los caballitos de batalla del sitio, pero la teoría, como decía, no es algo vivo. Esta confusión, esta sensación de que el tiempo choca acelerado, yendo da acá para allá como si nada, es práctica viva no teoría. A ver si me la banco.
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domingo, 31 de mayo de 2009

para Doja

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son tiempos de pocas palabras estos en los que las nuevas etapas no llegan, los proyectos no se cristalizan, las ilusiones no se templan.
Y pensar que con un par de palabras bien dadas se acertaría mejor el camino...
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lunes, 25 de mayo de 2009

herramientas de uso libre para no ser

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replegada, encerrada, escondida, contenida, oculta, atada, disimulada, reprimida, acovachada, tapada, sumergida, transparente, tapiada, inodora, callada, aislada, cercada, acuartelada, embuchada, ignorada, inmune, ausente. Única, sola.
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lunes, 18 de mayo de 2009

simplemente

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Desde lo profundo de mi adolescencia, desde la parte optimista de mis amores tormentosos, desde la militancia por la vida, desde el amor en medio del infierno, desde la esperanza de justicia y dignidad resistiendo en el miedo, desde la valentía (sí, la valentía) del amor, desde la táctica y la estrategia, desde este sur tan existente, a pesar de la asquerosa y brutal puntualidad de la muerte y porque seguiremos cantando, siempre; gracias don Mario, muchas gracias!

A Mario Benedetti, el primero y más tierno de mis fanatismos poéticos


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sábado, 16 de mayo de 2009

Elvio Romero - Por qué

Por qué no habremos de querer nosotros
lo que nunca quisimos; por ejemplo, una casa
sobre el remanso de un río,
con camalotes en sus costados,
con sus ventanas en regocijo.

Por qué no habremos de escuchar nosotros
lo que la noche escucha; por ejemplo, una sombra
que nos sirva de abrigo,
que allí muera misteriosamente
asumiendo el color de sus dominios.

Por qué no habremos de pisar nosotros
lo que jamás pisamos; por ejemplo, un sendero
con olorosos racimos,
con una hoguera que allí se encienda,
con grandes lluvias que nunca vimos.

Por qué no habremos de sonar nosotros
con un eco que suene; por ejemplo, un murmullo
que tiemble en el sonido,
el que responda a las preguntas
que junto al fuego recogimos.

Y por qué no buscar siempre
lo que es parada en un camino,
lo que hay de otoño en un verano,
lo que hay de ardiente en lo más frío,
lo que es sonrojo en unos labios,
lo que es Recuerdo en el Olvido,
lo que es pregunta en la respuesta,
lo que es jadeo en un suspiro,
lo que es vital de esa alegría,
de esa tristeza en que vivimos.

Elvio Romero, poeta paraguayo (1926-2004)
http://www.sololiteratura.com/elvio/elviopoemas.htm
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sueños

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¿si no estás, porqué venis de noche para devolverme sola a estas mañanas frías?
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domingo, 10 de mayo de 2009

ganas de

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Yo, la verdad, tenía ganas de charla.
De esas charlas casi develadoras, de esas que una aprovecha para contar un poco como cree que es una (a los otros, que si ya no lo saben es porque tal vez no les importa y con lo que hay estará bien), de esas en que el mundo se concentra en una mesa y lo demás es lo de mas.
Ganas de charlar de muchas arbitrariedades para que, como al descuido, vayan corporizándose esas cosas que están rondando, aleteando en la cabeza, sin forma todavía pero con ganas.
Así nos fuimos a un chino, para dejar que entre el pollo con almendras y el chaw mien con verduras se fueran colando historias que dan forma y no conforman.
La valentía de hacer lo que uno quiere hacer.
La cobardía de ni siquiera intentarlo porque si las cosas van mal con este placebo al que estamos encadenados no importa demasiado. Pero si se pierde, si se aleja, si no llega lo que realmente importa, el dolor sería insoportable. Y no somos vírgenes: sabemos del dolor insoportable que supimos soportar. Y sabemos que solos no podemos.

Por algún extraño efecto colateral me voy estancando en lo que no esperé ser. Y no es por lo que tengo, sino por lo que me estoy empezando a acostumbrar a no tener.


Descubrimiento

Creo en el gran descubrimiento.
Creo en el hombre que hará el descubrimiento.
Creo en el terror del hombre que hará el descubrimiento.
Creo en la palidez de su rostro,
la náusea, el sudor frío en su labio.

Creo en la quema de las notas,
quema hasta las cenizas,
quema hasta la última.

Creo en la dispersión de los números,
su dispersión sin remordimiento.

Creo en la rapidez del hombre,
la precisión de sus movimientos,
su libre albedrío irreprimido.

Creo en la destrucción de las tablillas,
el vertido de los líquidos,
la extinción del rayo.

Afirmo que todo funcionará
y que no será demasiado tarde,
y que las cosas se develarán en ausencia de testigos.
Nadie lo averiguará, no me cabe duda,
ni esposa ni muralla,
ni siquiera un pájaro, porque bien puede cantar.

Creo en la mano detenida,
creo en la carrera arruinada,
creo en la labor perdida de muchos años.
Creo en el secreto llevado a la tumba.

Para mí estas palabras se remontan por encima de las reglas.
No buscan apoyo en ejemplos de ninguna clase.
Mi fe es fuerte, ciega y sin ningún fundamento.

De "Fin y principio", 1993. Wislawa Szymborska. (Versión de Gerardo Beltrán)
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sábado, 9 de mayo de 2009

viernes, 8 de mayo de 2009

Color Pastel empieza el año!

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Este año será cuando?
Tenemos muchos proyectos en marcha, todos inclaudicables, así que para ir entrando en calor, Ger y Lau nos armaron esta primera actividad del año. Como siempre, ahí estaremos...


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lunes, 4 de mayo de 2009

otoño en ejecución

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hay que buscar una calle no muy ancha, de esas con árboles que llegan hasta el sexto o séptimo piso y que se juntan en el medio como haciendo un túnel con el asfalto, allá abajo, a unos 20 metros.
hay que buscar unos árboles que estén amarillando, no del todo, no, pero que amarillen y que no sean de esos bajitos con hojas siempre verdes. Evitar especialmente los sauces, esos que están como llorando o acariciando o las dos cosas, siempre.
hay que pararse a un metro más o menos de la vereda, en un lugar seguro, como para que los autos pasen y se olviden de nosotros.
Parados asi, como descolocados, levantar el mentón unos 45 grados y acostumbrarse a que esa es la perspectiva.
Es ahi cuando pasa:
en el momento en que las hojas se sueltan del árbol, varias a la vez, casi nunca solas, volviéndose más secas a cada milímitro, confundiendose con gotas o plumas; ahi cuando uno se abandona a ellas como ellas se abandonan en el viento, flotando, en sus amarillos, sus ocres, y en nuestros ojos, que miran, fijos, como el otoño se ejecuta entre silencios, entre susurros, entredormido.

Advertencia: no mirar cuando las hojas se estampan contra el suelo, es algo asi como ver esas sonrisas que se ahorran, esos trabajos que no llegan, esos viajes que no se empiezan...
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viernes, 1 de mayo de 2009

Frío

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- Voy a extrañarte -dijo con frialdad. E inmediatamente lo convirtió en un extraño más dentro de ese último vagón a Siberia.
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miércoles, 29 de abril de 2009

anoticiate

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bueno, seré desconfiada, paranoica, diría mi hermana la psicoanalista, pero me pregunto: ¿con tantísima gente que somos, 150 muertos probables por la gripe porcina es una pandemia? ¿cuánta gente se muere al año en accidentes de coche? ¿cuánta de sobredosis? ¿cuántas de males endémicos como el mal de chagas o el exceso de sobrasada? ¿cuánta de pena?
Otra vez me parece que nos quieren asustar; pareciera que intentan que nos acostumbremos a saber que EL MAL, así, el mal último, el terrible terrible, está por llegar.

Esta monotonía tonta de andar sufriendo la previa de la muerte me tiene podrida.

a ver Camus, sosegame...

"Pero a fuerza de esperar se acaba por no esperar nada, y nuestra ciudad entera llegó a vivir sin porvenir."*

"- ¿Cómo es ella? -le preguntó la vieja sonriendo.
- Encantadora.
- ¿Bonita?
- Yo creo que sí.
- ¡Ah! -dijo ella- es por eso.
- ¿No cree usted en dios? -dijo la vieja, que iba a misa todas las mañanas.
Él reconoció que no, y la vieja repitió que era por eso.
- Tiene usted razón, debe reunirse con ella. Si no, ¿qué le quedaría a usted?"*

* La peste, Albert Camus. Muy ad hoc

Nuestra ella es la literatura
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domingo, 26 de abril de 2009

mirá lo que vamos a hacer hoy

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mirá, vamos a hacer esto: vamos a dejar de dar vueltas, vamos a dejar de sentirnos mal por los rincones, por lo bajo, con discreción y nos vamos a poner rojos de ira en público.
Vamos a pedirle a los descarados que no nos tomen por tarados, que no lo somos y que ya está bien.
Vamos a sentarnos, con la misma cara de piedra con que suelen hablarnos pero con la contundencia que nos da el estar amparados por lo que es justo y vamos a decirles basta.
Vamos a decirles no. NO, hasta acá llegamos.
Este cinismo comételo vos y que te explote en la panza.

Vamos a hacer esto y después, vamos a esperar a que se pase el shock adernalínico de la valentía y vamos a salir a la calle, igual de pobres, igual de vulnerables, pero ya no mansos, ya no.
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sábado, 25 de abril de 2009

Marce, sigo haciendo reír

(mala foto de la lectura "Sobre gustos...")


Leía el texto sobre mis gustos y en él no mencionaba como me gusta reír con amigos, pero bueno, mejor que decir es hacer, mejor que hacer es realizar...
Esta foto me hizo recordar, Marce, nuestras desopilantes tardes en la guardia de Can Misses.
Qué desubicadas para la alegría siempre nosotras!

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lunes, 20 de abril de 2009

Sobre gustos - 2009

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El sábado nos juntamos en la Barraca Vorticista para hacer una lectura-performance colectiva de los textos reunidos en el libro objeto "Sobre gustos..."
Cada uno organizó su lectura como quiso y, por azar (sacando nombre de un tarro), fuimos leyendo, contando en público, lo que nos gusta, lo que no, lo que nos gustaría y lo que alguna vez nos gustó.
Era, además, la primera lectura de Laura, la primera mia en Buenos Aires con textos propios y la primera que compartíamos Germán, Lau, Alejandra, Norberto y yo.
La verdad, no tenía muchas expectativas: suelo aburrirme en las lecturas formales, esas donde se suceden los movimientos de subir-leer-bajar del escenario.
Pero no, fue maravilloso.
Nos sentamos en un círculo de sillas con una mesa chiquita en medio y la gente alrededor. Y salvo cuatro de nosotros (los más tímidos), el resto llevo diferentes elementos para incorporar a la lectura. Nosotros y el público nos la pasamos genial. Fue tan suelto, tan bello, tan cálido.

Gracias, muchas gracias Ale y Norberto por invitarme a participar !!!

Estoy cada vez más segura que compartir el arte es lo más hermoso que nos sucede, tanto si somos los artistas como si somos el público.

Gracias, otra vez, gracias.
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sábado, 18 de abril de 2009

atados

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Esta muy-de-mañana escuchaba en la radio como la historia del último emblema de "la inseguridad", un padre de familia acribillado a balazos por un pibe chorro de catorce años, cambió bruscamente de óptica.
El hombre es una víctima (de verdad y para siempre está muerto) pero en realidad fue él el que disparó primero, contra un pibe de catorce años, pasado de vaya a saber cuántas cosas, que le intentaba robar el auto donde estaba su hijo. El padre de familia, sacado tanto o más que el adolescente por el miedo y el fogoneo de "la realidad" que grita la tele, disparó contra el pibe y contra su coche poniendo en peligro a su hijo. El delincuentito respondió y le bajó el cargador entero.
Sí, un desastre, una tragedia.
Hay un hombre muerto, hay un adolescente que selló su futuro negro y están todos los familiares del difunto que no saben qué hacer con el dolor.
Un desastre.
Pero así, medio dormida, se me impuso la imagen de esa vieja costumbre de mantener atado a un perro en el patio, zurrándolo, para que "sea malo", para que sea guardián y defienda la casa.
Un pobre bicho, al que día tras día se lo ceba con odio, impotencia, ira, para que una hipotética noche, destroce a aquel hipotético hombre que entre a nuestro sagrado recinto a, hipotéticamente, sacarnos "lo nuestro".
Vieja costumbre que duró hasta que alguna mente serena se dio cuenta de que educando al perro como un miembro de la familia (sin exagerar, claro) el animal defiende igual y además acomapaña, juega, da cariño. Con firmeza cuando hace falta y no cegado siempre por la ira .

Así andamos, atados en algún patio, acosados por palos como "inseguridad", "dengue", "despidos", "crisis", esperando que nos suelten para sacarnos, contra lo primero que se nos cruce, esta furia de encima.

¿Para saltarle a qué yugular nos están preparando?
¿A quién quieren que destrocemos sin recordad nuestra condición humana?

Tal vez si no aceptáramos tan mansamente la condición de perros, pero me parece que no todos estamos dispuestos. Una pena, por los que vayan/vayamos perdiendo por el camino, digo. Una pena.



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miércoles, 15 de abril de 2009

o si

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Eras vos. Era tu espalda, tu pelo, tu manera tan alegre de caminar. Eras vos, pero no, porque hay mucho tiempo de distancia.
Eras vos, y yo, desde el colectivo, viendote ir, con ese andar y ese pelo y ese perfil que casi te vi, pero no, solo una oreja. Y yo, con ese palpitar, con esa inspiración profunda, con esa necesidad de tomar más aire y ese calor en las sienes que me dabas, que me daba verte, ir o venir, alejarte, de mi, de todo.
Eras vos, como cuando eramos, pero no, no eras, no eramos, dos, ya no, no, no...
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sábado, 11 de abril de 2009

miércoles, 8 de abril de 2009

cabos sueltos

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tendría que escribir sobre ese algo que me ronda por la cabeza pero no puedo porque estoy cansada y culposa (tengo pila de cosas para leer y corregir), porque estoy enojada por tener que ir mañana a trabajar, porque todo me parece que huele a banal por estos días, porque las historias están ahi deambulando pero no quieren tomar forma, porque cuando decido dejar de aburrirme tan profundamente, siempre hay alguien que tiene ganas de auditarme las quimeras.
Mejor no escribo nada y me voy a buscar inspiraciones por ahí, entre lo viejo y lo nuevo, siguiendo pistas que no me lleven a ningún lado, especialmente, que no me lleven a mi enojo o a mi culpa o a mí, que esta semana estoy perdida.
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sábado, 4 de abril de 2009

otra vez alegre, que se yo...

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Un día voy a tener que aprender a escribir la felicidad para no tener que recurrir siempre al mismo poema, de Juan Gelman, claro, por supuesto que si.

Hoy que estoy tan alegre, que me dicen,
me miro el pecho y rio, miro me
la estatura, el reloj, la camisa,
me miro a carcajadas, vea usted,
este asunto comienza en mi esqueleto
(perdón por la palabra) estoy alegre
compañero, le digo, cuello arriba
y cuello abajo río, qué es no se,
me levanté tan simple como siempre
y tan juan como suelo entré a la calle,
salud, ciudad, le dije, acaricié
la mañana de paso, fui hasta el hombre
más triste y le di un sueño,
compañero
qué me pasa, me río y qué es no sé,
tengo un tumulto de violines vivos,
me nace un pájaro en la boca,
¡al tren!
¿quién se ha muerto? ¡mentira!
los marinos
se enamoraron de una estrella
¿y que?
Salud, ciudad, le dije, compañero,
y en una esquina el aire le besé
como un loco, me miran los zaguanes,
las ventanas, un árbol, qué es no sé,
me sacudo el recuerdo, los pañuelos,
las caricias de anoche, busco en
mis ojazos de pibe entre cuadernos,
violetas tiernas y una madre y qué
me pasa, estoy alegre, río, corro,
me cantan los zapatos,
los zapatos,
ciudad, ciudad, hoy te amo como nunca,
hoy no te hiero, apenas hoy si te
toco, apenas si rozo tu armadura
de asfalto y piedra y barro y hombres de
cojón y viento, apenas si te digo
mañanero, salud.
Y me detengo.
Me río.
Estoy alegre.
Y qué es no sé.
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viernes, 3 de abril de 2009

Imágenes textuales - Norberto José Martínez


Expo de mi amigo (y ahora editor!) Norberto Martínez.
Todos invitados para la inauguración de hoy a las 19hs.
Termina el 25 de abril
El sábado 18, esa "Perfo-lectura colectiva"
nos incluye a Laura Mazzini, Germán Weissi y a mí.
Por ahora, de nuestra parte, no están previstas performances de ningún tipo
pero nunca se sabe...
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jueves, 2 de abril de 2009

repetir no es insistir

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Lo espero apoyada en la pared de la costanera, frente a ese río tan marrón como inmenso como mío. El avión se retrasó una hora y no voy a volver a casa para volver a volver a esperarlo. Él viene y vuelve, esta tarde, de esta primera vez fuera de mí desde que estamos juntos.
...
No me gusta el enorme espacio de espera de los aeropuertos, salvo que la que se este yendo sea yo o que los que espero estén a dos segundos de un abrazo. No me gusta esperar porque esperé demasiado dejar de esperar algún día. Por eso crucé la avenida y me vine a pasar el rato mirando el río vivo.
...
Miro sin pensar en cosas más concretas que en horizonte marrón, barco a lo lejos, sol susurrando en la piel, y caigo en la cuenta de que muchos miedos y amores nacieron para mí en ese lugar.
Una noche, pequeña e inquieta, me trepé a esa pared para mirar el río. Una negrura desde la que apuntaban pilotes de madera rancia me dicta un miedo al agua cuando no tiene a la luz para quitarle el misterio.
Desde esa pared o aferrada a las rejas de la vereda de enfrente, aprendí el fragor de las partidas y las llegadas y el estruendo que provocan en unos oídos ansiosos de más y más.
A ese lugar fuimos la vez que necesitamos un lugar tranquilo para conocer el cuerpo del otro con unos dedos incansables, con unos labios acalorados.
...
El aire está asombrosamente limpio. Trae un rugido desde lejos y a vos en sus entrañas.
Celebremos.
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miércoles, 1 de abril de 2009

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¿porqué se mueren antes los peores de los buenos que los mejores de los malos?

Caronte corropido por el telediario de la noche...
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lunes, 30 de marzo de 2009

una A provoca un 6

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Las chicas somos así, como impredecibles pero no.
Algo como que un golpe en la rodilla desencadena un alzamiento del pie, o que una depresión termine en día de compras o un deseo de cambio en un corte de pelo.
Todo superficialmente hablando, no esperen ustedes, señores, que devele secretos que deberían descubrir por ustedes mismos.
Pero bueno, sin grandes detalles, una A provoca un 6 y es así de simple.

Por esto o por aquello, por charlas que faltan, por novedades que animan, hace días que andamos dando vueltas a esta extranjería tan arraigada (y esto sí que es una contradicción), casi coyuntural.
El sábado, harta de estar sentada en las seis sillas del comedor, en la cama, en la silla de la computadora, en el sillón o en el suelo delante del sillón, agarré el termo, el mate y El silenciero (sí, Di Benedetto otra vez) y me senté en el pasillo, donde siempre se sienta el gato, frente a la puerta del estudio y mirando hacia la ventana.
Un cambio de óptica. La casa en silencio, el mate a punto, la lectura justa.
Mirar lo mismo con ojos nuevos.
La extranjería puede ser un lujo, una herramienta, un vértigo, una vocación.

Y bueno, lo que decía. Esta mañana me compré una cámara de fotos: si vamos a ser extranjeros, que sea a lo bestia.

Pensé que me bastaba dar media vuelta y todo quedaría concluido. Pero toda una playa vibrante de sol se apretaba detrás de mi. Sabía que no iba a librarme del sol desplazándome un paso.
El extranjero, Albert Camus
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jueves, 26 de marzo de 2009

curaciones

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mierda
pasó otra vez.
Empieza primero como un rechazo, un "no, si no me interesa". Pero eso es por unos días. Después viene el buscar en internet, el chat, los mails y esos recuerdos rápidos que atraviesan el pensamiento más pueril.
Y empiezo a escribir frases más o menos mentirosas. Más o menos que cada vez son más y más.
Y ya está.
Ya estoy extrañando de nuevo. Ya siento que me falta, que me gustaría estar hablando raro, que me gustaría tener ojos de extranjera, de nuevo.
Y a ese amor tan conmovedor que sé que siento se le incrustan percebes de ausencias, de lugares en los que no estoy y en los que me gustaría, también, estar.
Y me siento una loca deshilachada.
Y me pregunto porqué de vez en cuando se me desatan los hilos que deberían retenerme, porqué hago mal los nudos. El otoño no justifica: soy persona y no pato.

D., con ese pragmatismo masculino que lo caracteriza, me dice: "y si, claro, siempre te va a pasar."
Y si, claro, siempre se me va a pasar.
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Garrel, otra vez

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claro que si, cómo que no!

ahi vamos, los sobrevivientes de "Los amantes regulares", trastocados para siempre por la poesía (dicen) de Phillipe Garrel y el triste fumar de Louis, otra vez rumbo al cine, no por "cómo me gustan las películas de este tipo!" (agreguesé tono snob) sino como quien acompaña con felicidad la exposición del amigo artista.
Parece que alguien ya lo dijo antes, pero según se ve, a los seres humanos les cuesta renunciar a lo que les produce algún sentimiento intenso.
Por eso Garrel, porque casi seguro que no es por gusto, pero descoloca, filma en blanco y negro, lentamente, lejos de lo que la tele impone, mirando lo que los demás se pierden por estar mirando las luces, con el peligro constante de pasarse de la raya, atrapándote en un mundo otro, donde no sabes si reir o aguantar, donde agarrás la cartera porque otro minuto más asi no me lo banco, ¿a dónde va?, y te quedás, hasta el final y volvés, la próxima vez, a La Frontière de l´aube por ejemplo, a ver si esa sorpresa sigue ahi, esperando para ser sentida.
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miércoles, 25 de marzo de 2009

volver te

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Cuando me pierdo, cuando no se, cuando tengo ganas de gritarte
"volvete aire, volvete tiempo, volvete fuego.
El río lo pongo yo",
llega Juan (Gelman, claro) y me dice...
Hacer

tirar con piedras con pelitos con íntimos desechos furias libres y fiebres
milagros espantosos perros célebres vientos uñas rotas
pero tirar vivir contra cualquier quietud
contra otra vez la muerte he dicho.

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lunes, 23 de marzo de 2009

otro 24 de marzo

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y si
a la plaza, otra vez
siempre
(aunque ojalá no hubiera hecho falta nunca)


Martes 24 de marzo
Piedras y Av. de Mayo
15 hs.
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sábado, 21 de marzo de 2009

contagios

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¿En qué lugar?
Lo respondí hace rato, cuando decidí volver, pero igual de vez en cuando me distrae la pregunta desviadora.
¿En qué lugar del mundo me gustaría vivir? Acá, claro, claro. A pesar de… porque sino no...
Pero.
En un documental estaba Galeano hablando de Benedetti con Montevideo de fondo.
Si no fuera porque adoro, no, perdón, amo a Buenos Aires (a pesar de/porque sino no) adoraría Montevideo. Por hermosísima, serena, viva, variada. Es uno de esos lugares de donde me gustaría ser si no fuera de donde soy.
Y tengo unas tres más de ese tipo.
Ibiza por ejemplo. Nueve años disfrutándola pero con la sensación de que si hubiera nacido ahí la querría muchísimo más. Y fue así que un día las puse en la balanza y me obligué a volver, pero una pena, porque Ibiza, digo, Eivissa, está buena.
Ámsterdam es otra. Caminando por ahí, doblando acá, cruzando el puente aquel, la idea de ser dueña de esa ciudad como lo soy de esta Buenos Aires me dio sonrisas. Pero después pensé que para eso tendría que ser holandesa, que no está nada mal, pero debería no ser latinoamericana y eso si que no me gusta.
Y París, claro, París.
París hace trampas porque si das vuelta rápido la cabeza en una esquina, por ahí te pensás que es Almagro. Y enredada en esa confusión, una de esas tardes yendo hacia el Cluny, me moría de ganas de ser local o lo que es lo mismo, de no ser turista, de sentir ese aleph como algo estructural, genético, determinante. Pero no, no soy de ahí, como tampoco nací Maria Casares para ser amada por Albert Camus.
Y entonces, cuando dudo de todo, cuando me siento afuera, es cuando vuelvo a casa a las dos o tres de la mañana por esta Buenos Aires casi vacía y la muy zorra me tapa la boca, porque es tan hermosa a pesar de… y porque sino no…
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lunes, 16 de marzo de 2009

esquinazón

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Hace días que quiero escribir sobre una esquina de Buenos Aires, sobre esa esquina que sólo pisé una vez, que queda a 8 cuadras de casa y en la que siempre estoy pensando, pero no, no voy.
Esa sola vez, en que por error, crucé mal y me quedé ahí, en el medio, viendo como los coches iban para allá o para el otro lado, porque esa esquina parte una avenida enorme en dos avenidas más chicas y donde los coches enfilan siempre hacia adelante y doblan un segundo antes, de chocar, contra esa esquina, o eso me gustaba imaginar a mi, ahí, parada, riendo a carcajadas, sola, en ese filo que parte el camino en dos.

Y pensaba en escribir sobre eso, y me entraba de contrabando el recuerdo de esa vez, cuando también la risa se soltaba sola, cuando parados, los cinco, muy muy cerca de un salto en las cataratas, nos empapaban esas gotas tan livianas que no iban de arriba para abajo, que iba a cualquier parte, mientras las que sí obedecían la rigurosa ley de la gravedad, hacían un ruido atronador que tapaba nuestras risas que volaban descarriadas, o esas eran las gotas.

Pero tampoco podía quedarme en esa imagen porque pensaba que me gustaría escribirlas, a las dos, a todas, porque como dice PaO, creernos artistas es lo único que nos mantiene vivas, y entonces ese ciclo de que si escribo para qué? y si no escribo para qué me levanto a la mañana, para que cada mañana sea como cuando nos juntamos y nos reímos, a carcajadas, como palabras que nos decimos, para juntar caminos, aunque sea, por unas cuadras...
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viernes, 13 de marzo de 2009

piedra libre

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Listo, duró demasiado.

Yo voy por la vida creyendo en lo que creo, pensando lo que pienso, lejos de las evangelizaciones.

Callo demasiado, confiada en que no hace falta, en que ya no hay dudas, que lo justo es justo y que ya no somos animales.

Me aburre un poco, es verdad, la impresionante banalidad de los argumentos. Y me fastidia también el discurso incrustado que se compra, de rebaja, en el shopping multimediáticos.

Hago mal, tal vez, pero prefiero no decir nada a quien nada quiere escuchar. Economía básica, no gastar pólvora en chimangos decia mi abuela.

Ese silencio me protege de tener que enojarme, de enojarme mucho, de enojarme en serio.
Es un abrigo de silencio anti "antis".

Pero se ve que por algun lado se me nota. Tarde o temprano termino siendo la comunista (¡vaya muestra de pasado remotísimo!), termino siendo la "de derechos humanos".

¡Piedra libre!
Y la verdad en la mirada.
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jueves, 12 de marzo de 2009

fría

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Estaba crecido el cielo esta tarde.
Un poco de negro en un plano, un poco de gris pasando deprisa, blanco brillante y esponjoso alejándose y el azul infinito detrás de todo.
Mientras, el aire demasiado limpio, acercando ilusoriamente lo lejano.

El silencio, estos dias, no se rompe.
No llegan palabras ni por e-mail, ni por teléfono, ni por msn, ni por celular.

A este silencio tormentoso no lo parten las palabras, esas palabras.
Y la ansiedad, las ganas, la osadía, dejándose devorar por esta calma fría.
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sábado, 7 de marzo de 2009

uno más

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si, un año más, no importa, realmente no importa. Son muchos, son bastantes, pero quedan más por venir, otros tantos más. Por tantas cosas por las que preocuparse, tantas cosas evitables, modificables, transformables es que no me voy a preocupar ni ocupar por lo inevitable.

Ahora, si parece una ironía que justo ayer me vengan con que para ese puesto hay una "restricción de edad" no tiene punto de comparación con que una respuesta automática, de esa misma empresa me diga:
Gabriela :
En este día tan importante, queremos desearte lo mejor y seguir acompañándote con un saludo muy especial. ¡Feliz cumpleaños!
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sábado, 28 de febrero de 2009

cuerpos/

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¿Al contar la historia de mi cuerpo estoy pronunciando mi vida?
Mi cuerpo conserva el mapa de dónde vengo, qué parte de España y de Italia hizo falta para que yo esté aquí siendo cómo me veo. Ni rubia, no bajita, ni blanca leche, ni labios gruesos. Pequeñas mini órdenes que dicen como debo parecer pero que no transmiten qué se siente al estar sentada sola en la cubierta de un barco, en mitad de un océano, con el hogar atrás y los sueños adelante. O cómo fue doblar esa curva del camino, con los naranjos en flor, pensando en cuando la mujer y el hijo lo siguieran. Ese subir al barco, ese bajar del barco no está en mis genes. O tal vez sí.
Mi cuerpo dice que soy nena. Que tengo lo que tengo y que falta lo que falta. Pero no dice nada de tus labios, de tu sombra para cuidarme del sol, de tus dedos inquietos sobre mi espalda. No dice nada de mi rictus mortal mientras me recomendabas que me enamorara de otro. Tu sonrisa nerviosa rompiendo en mis oídos. La sal se secó hace ya mucho tiempo, y aunque los abrazos le sobreviven, hay que volverlos a crear cada vez que el cuerpo, el tuyo, el mío, padecen su ausencia.
Mi cuerpo expone a mi clavícula derecha, más corta por culpa de una fractura. Sabe de rehabilitaciones, sabe de humedad, sabe de contracturas. Pero no sabe que esa vez nos rompimos juntos y que no hubo forma de volver a pegarnos.
Mi cuerpo puede reaccionar al sol, al mar, a la incertidumbre, a los cambios de lugar, a la comida picante, al mate casi lavado. Estalla en presencia de otro cuerpo pero no quiere enterarse de cuál: al muy marrano es lo que menos le importa.
Mi cuerpo se deshoja constantemente mientras que mi memoria engarza y atesora sin descanso.
Él es apenas más brusco que mis aspiraciones, lo dejo atrás en mis sueños y llegamos juntos a tus ojos para que nos recuerdes, día por medio, que seguimos vivos.
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miércoles, 25 de febrero de 2009

la revolución es un sueño eterno y silencioso

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si, copiando descaradamente a Andrés Rivera.
Siempre pensé que los cambios revolucionarios vendría envueltos en ruidos estruendosos. Pero no, "armados de una ardiente paciencia, entraremos a las ciudades espléndidas".

El Pais, 26 de febrero de 2009

Fin del 'honor militar'
A partir de ahora, desaparece completamente la jurisdicción penal militar y se incorporan al Código Penal ordinario figuras delictivas específicas para el ámbito castrense, entre ellas el nuevo delito de acoso sexual cometido por un superior. Por el contrario, desaparecen todos los delitos denominados "contra el honor militar", una figura, que según Arduino, solo servía para resaltar la idea de que los militares tienen un honor y unos valores diferentes a los del resto de los ciudadanos.
Especialmente importante es también la desaparición absoluta de la pena de muerte (que existía como figura penal en el derogado Código de Justicia Militar, y que, aunque no se aplicaba desde hace décadas, se seguía pidiendo formalmente en determinados casos) y del delito de homosexualidad, una supresión de alto contenido simbólico en unas Fuerzas Armadas tan vinculadas a la religión católica que hasta hace todavía poco obligaban a los oficiales que se divorciaban a pedir el retiro.

http://www.elpais.com/articulo/internacional/Ejercito/argentino/entra/siglo/XXI/elpepuint/20090225elpepuint_15/Tes
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los raros

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nadie comprende que algunas personas gastan una energía enorme simplemente para ser normales...
Albert Camus
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lunes, 23 de febrero de 2009

¿quiénes somos?

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- No me googlees (gugliés) -me dijo- no todo lo que encuentres va a ser verdad o mio. Y de lo cierto, son solamente partes puras (orgulloso y avergonzado) de un casi-yo.
No entendí nada, llegué a casa y, por no contradecirlo, me googlié a mi misma.

En la red soy travesti del país vasco, católica universitaria en Brasil, turista en Bolivia, escritora de blog, hombre; trabajo en un salón de belleza, soy traductora de inglés, me quejo del plan de estudios de una carrera de la Uba, busco casa en Mar del Tuyú, vivo en México, el país Vasco, Valencia, Castilla León, Madrid, Argentina, Chile y Brasil; tengo amigos en Facebook, soy citada en una enciclopedia como prosista argentina, le busco novia a mi rottweiler -nieto de Konan Von Hennkamp-; comparto eventos poéticos con amigos, firmo listas de adhesiones de las que me arrepiento solemnemente, leo poemas, me rio, me rio, me rio, copio partes de canciones de Luis Fonzi, soy enfermera cultural, firmo solicitadas contra los abusos de poder y saco fotos borrosas.

Bien: en ningún lado dice cómo me gusta el café con leche de la mañana, cuáles son mis tres lugares favoritos del mundo y que me pasa cuando busco su nombre y me entero... de eso.
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sábado, 21 de febrero de 2009

jueves, 19 de febrero de 2009

espejos

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sí, requiero cierta estabilidad mental de la gente que me rodea.
no, no que sean sanos, que sean mentalmente estables nomas.

Espero que no sea recíproco.
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lunes, 16 de febrero de 2009

al sur de las palabras

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Al sur de las palabras, sentado sobre una gran roca, promediaba su tercer cigarrillo.
- Ya ninguno de mis amigos fuma -pensé al verlo desdibujarse tras el pequeño humo gris.
La mano abierta rozando su rostro, sus labios sujetando con firmeza la punta de la colilla y el paisaje que estalla cuando la brasa se inflama.
- Ninguno fuma -susurré a la distancia- y él ya no es mi amigo.
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domingo, 15 de febrero de 2009

desaparece

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Despacio, adormilada, sin pensar.
De aquí a allá, las yemas de mis dedos
deambulan en planicies de susurros.
Vago,
recorro las siluetas de las sombras,
ajena a otros sentidos que previenen.

El centro de mi ojo desvelado,
el filo de una incógnita resuelta,
la cima de una aguja envenenada que
desgarra y no penetra.

La verdad arde incandescente un solo instante,
seca de simiente,
y desaparece, azul, entre dos cielos.
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