Fábrica de amor (II)
Álza tus brazos, ellos encierran a la noche, desátala
sobre mi sed,
tambor, tambor, mi fuego.
Que la noche nos cubra con una campana
que suene suavemente a cada golpe de amor.
Entiérrame la sombra, lávame con ceniza, cávame del dolor,
límpiame el aire:
yo quiero amarte libre.
Tu destruyes el mundo para que esto suceda
tu comienzas el mundo para que esto suceda.
Juan Gelman, por supuesto...
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