lunes, 28 de diciembre de 2009

feliz/i/dad

Hace una semana que doy vueltas buscando una imagen "ideal" para desear o contagiar o proponer un buen año. Nada se me ocurre, será por el tropiezo que me dejó como adormilada, amordazada, anestesiada. Será.

Doy vueltas y vueltas sobre una imagen que no puede servir para saludo de fin o principio de año, doy vueltas y vuelvo a ella, pero no da. Comunicarse para no comunicar (¿Qué me está mandando esta? ¿se volvió loca?) no es la idea.

Mientras busco o encuentro algo más adecuado, les dejo acá la imagen y les cuento un poco el porqué, porque me gusta, porque encaja en este cambio de año o no.


(recomiendo agrandar la imagen para que ocupe la pantalla entera. Mirar un rato y después seguir)

No existe, o eso me gusta creer, otra parecita en el mundo con ese diseño. Por eso me pierdo en esa tranquilidad de lo familiar cuando la miro.
Ese cielo celeste es todavía más enorme si se siente desde esa baranda; enciende con la angustia y la quietud de saber que hay tanto aún por recorrer. Vendrán y se irán, como sus nubes, amores, desamores, encuentros, desencuentros, pasiones, despasiones.
El mundo empieza más allá de la unión de ese celeste y ese marrón. Del lado de acá, nosotros.
La antigua toma de agua nos recuerda que le debemos casi todo a esa inmensidad, incluso esta humedad aplastante de cada día.
El río es movimiento que no fluye, está desde siempre y para siempre. El único río en el mundo que se queda con su gente. Nos empeñamos en ignorarlo, en ofenderlo, pero él sigue ahí siendo más nosotros que nosotros.
Y no menciono los barcos porque yo no vuelo en ellos.

No se si me explico...
Feliz año nuevo!
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domingo, 13 de diciembre de 2009

Salir a...

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Salgo de mi búnker gramático y me encuentro con cada cosa...

Flamante Ministro de Educación de la Ciudad de Buenos Aires (de mi ciudad, bah), una joyita...

http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-136915-2009-12-13.html

Por suerte, semejante fósil caerá por su propio peso. Hasta que eso pase, habrá que aguantar inmundicias, provocaciones, arrogancias, bestialidades. Deberemos comer impotencias, broncas, desánimos. Bueno. Pero como bien dice Charly, "los dinosaurios van a desaparecer", aunque esté llevando mucho tiempo...

(tentación: pegar canción de Charly Los dinosaurios, pero no, Inconsciente colectivo hoy es mejor)

lunes, 7 de diciembre de 2009

Ahora sigue siendo cuando

62% de los votos para Evo y Álvaro.

Como dice Lau: "Que Evo haya sido reelegido para mí es como que algo anda bien en este mundo, me da cierta tranquilidad y alegría."

Escribí esto que enlazo, en una libreta arrugada entre las yungas y el altiplano. Lo pasé y envié a Buenos Aires desde LA escuela pública de Iruya.
Allá, en aquel verano de 2006.
Se nota la premura por algunos sobresaltos, pero vale igual. Como recuerdo, como agradecimiento, como reivindicación para algunos alegres sujetos de la historia.

http://www.elinterpretador.net/23GabrielaBilbao-Bolivia.html

sábado, 5 de diciembre de 2009

uf

Tengo las neuronas estrujadas.
Haber dejado un final pendiente durante cuatro años para terminar la carrera es imperdonable, lo sé.
Dejarlo porque es difícil, porque para qué, porque tarde o temprano lo voy a dar, es bochornoso. Dejarlo porque la materia podría ser encantadora pero los profesores se empeñan en banalizarla, o peor, estigmatizarla con miles de "deber ser", es ridículo de mi parte, también lo sé.
Tal vez no haya una forma agradable de estudiar gramática correctiva, pero esta por la que me toca pasar es, sin duda, una tarea digna de Sísifo.
Adoro la teoría de la enunciación (¿?) pero la verdad me parece bobo detenerme en lo incorrecto de la expresión "atrás tuyo". Mal dicho, muy mal dicho. Pero, ¿para quién estamos hablando, eh?

Hace cuatro años exactamente, dejé pendiente este final para ir a Bolivia. La asunción de Evo y Álvaro, claro. Me llevé el libro repleto de reglas, con frases como "la norma prefiere el uso de" o "la norma recomienda que". Ese ladrillo compartió mochila con "Horizontes y límites del estado y el poder" (Álvaro García Lineras y otros, La Muela del Diablo, La Paz, 2005), y cuando había que sacar un libro para entender las yungas (la vida), de más está decir quién ganaba la batalla.

Ok (mal, anglisismo, muy mal). Me dejo de rebeldía improcedente y sigo estudiando. Como bien me han dicho, ser casi algo es no ser nada. Que me den con mi reclamo de ignorancia. Mate y preposiciones subordinadas toda la tarde, en este sábado lluvioso (y ya van...) de un diciembre desobediente que no sabe que tiene que traernos el verano.
Uf...