viernes, 30 de septiembre de 2016

En París es primavera (I)

Sin siquiera reconocérselo, Joan está entusiasmado con poder sumergir a su prima en una de sus vidas anteriores. Volverá a sentirse un citadino acostumbrado al bullicio, a la comida delicada y hermosa, a la mejor bebida y a derrochar tiempo en los detalles: un bon vivant[1] parisino.

Nunca había necesitado mucho dinero para conseguirlo, solo buenos amigos que lo hospedaran y trabajos temporales fáciles de abandonar cuando llegaba el hastío. Después de la claustrofóbica experiencia en el internado, encontró la manera de no permanecer mucho tiempo en ningún sitio y al mismo tiempo ser local en alguno de ellos. En París disponía de tres o cuatro casas dispersas por toda la ciudad en donde era recibido con alegría. Él llegaba a la vida poco convencional de sus amigos, se acoplaban un tiempo entre reuniones y charlas y luego se iba. Un mundo vivido día a día, entre imprevistos e impulsos, como si el tiempo no fuera un componente decisivo.

Ali y Joan llegan al centro de París y como persiguiendo un rastro oculto en el viento, él camina empujando su maleta con ella detrás siguiéndolo a paso firme. No encontraron a sus anfitriones en el primer bar pero sí en el segundo: un pequeño local diferente a los españoles a los que estaban habituados, en donde la gente no parece tener urgencia por terminar la charla o la bebida que los mantiene en contacto.

De pie cerca de la barra Edmond habla animosamente con otro hombre, mientras Claire los observa sonriente sentada en medio de ellos en un taburete alto. Es ella la que distingue a Joan entre la gente y salta del asiento para ir a su encuentro. Lo abraza con una ternura sensual en donde él se acomoda y descansa hasta que Edmond interrumpe con vigorosos movimientos de brazos que más parecen sacudidas que abrazos.

Hablan en francés por lo que Alicia solo puede seguir los movimientos. Sonríe, contagiada por la alegría que emana de ellos. Antes de que se diera cuenta, Joan ya tiene un cigarro en la boca y dos copas de vino tinto para compartir con su prima.




[1] Trad. del francés: buen vivir, buena vida.