hoy tengo ganas de vaciarme por dentro. Abrir un grifo para que descargue todo el aire de mis pulmones, la bilis de mi hígado, la flora de mis intestinos. Y que se lleven esa masa fría, helada, que se incrustó en mi estómago y empuja el diafragma contra mi corazón herido.
Quisiera que la sangre complete un ciclo entero de limpieza y vuelva a fluir con deseos rojos y brillantes.
Y que se queden los huesos, la piel y sus marcas, los cabellos grises y los todavía marrones. Que me quede transitada por el tiempo pero magra, lista para más.
Que se me olviden algunas cosas y que revivan otras, como cuando dije "hola" por primera vez a todas las personas que hoy amo tanto.
Quisiera vaciarme de esperas inútiles, de postergaciones crueles y ser la que gane, una vez, de cuerpo presente.