martes, 25 de septiembre de 2007

En casa

Hoy me quedé en casa. Un resfrío, el cuerpo un poco dolorido, nada mortal.
Pero, 7:57 de la mañana, la idea: ¿porqué no?

Día de estar en casa. Música, escritura, Calvino con Ermitaño en París.
Y paseo por el plan de marketing, que es eso: el trabajo final para rendir una materia y además es uno de los 4 pasos que faltan para terminar esa carrera entumecida.

Día de estar en casa, día de juntar herramientas, de recordarme como era cuando era sin prisas, de juntar fuerzas, de despegarme del mundo cotidiano.
Hoy, día de sol.
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domingo, 23 de septiembre de 2007

.... o

Imagino que algo va a pasar. Lo siento, lo presiento.
Llegrás, lo se, porque ya no te espero ni me espero.
Pero hay que estar preparada. Quiero estar lista, para tus manos, para tus ojos.


la garsa que, amb la llum que capitula,
és plomatge i escalf, i és com el cel:
només claror marina
i, després, un record d'haver viscut amb tu.

(la urraca que, con la luz que capitula,
es plumaje y calor, y es como el cielo:
sólo claridad marina
y, después, un recuerdo de haber vivido contigo)
Madrigal, Pere Gimferrer

viernes, 21 de septiembre de 2007

Resi, Rafa, Ana y yo

Encontré unos casettes viejos. Quería escuchar lo que tenían grabado y tuve que dar muchas vueltas para encontrar una casetera que todavía funcione.
Por fin, encontré un walkman; una antigüedad.
Y se escuchan horrible. Es por la forma en que se grabaron, el sonido no es digital. Son los rastros de un programa de radio de pueblo, donde con unos amigos, nos juntábamos los lunes a la noche a leer poemas separados por canciones. Canciones cortadas por la lectura de poemas, sin otras aclaraciones, sin otras palabras, una hora entera a la semana.
Es una antigüedad que contiene nuestras voces y los versos de Huidobro, Llull, Vallejo, Quevedo, Marçal, Rimbaud, Neruda, Espriu …
Escucho esas voces que hace tanto dejé de oír, tanto que parece otra vida. Y lo es.
Nos oigo y nos extraño. Tanto tiempo.
Los casettes tienen una etiqueta con la fecha: marzo de 1999. Van a cumplir 9 años.
Una eternidad.

La eternidad es la mar mezclada con el sol
Arthur Rimbaud

evidencias

una va dejando evidencias de sus obsesiones, ideas repetidas con diferentes palabras, una y otra vez.

lo bueno es que al verlas tan ahi, hasta dan ganas de cambiar de onda...

domingo, 16 de septiembre de 2007

que desperdicio de tiempo estar tan triste

Desde ayer, de vuelta de las tres incontroladas horas de siesta, siento como una especie de pesar sin causa. No me quedé inmóvil, no estuve sola, pero a pesar de los intentos, esa sensación rara me acompaña. Hasta las risas tuvieron ese velo gris.

Hoy, camino de vuelta a casa, mirando desde el colectivo la avenida Cabildo, empecé a imaginar un encuentro con él. Un él al que ví sólo una vez.
Una charla fantasma donde íbamos delineándonos con trazos de deseos, donde a golpe de palabras, aparecíamos el uno en el otro.
Sólo un hechizo de ternura en el corazón.

Creo que tengo un problema con las puertas.

Las puertas que se abren para seguir viviendo.
Las puertas que se cierran para seguir viviendo.

Teoría sobre Daniela Rocca, Cólera buey. Juan, siempre.

que sé tan poco

A veces sé cosas. No es que las sepa en el sentido lineal de la palabra, sino que, cuando me cuentan algunos hechos yo, sin saberlos, ya los tenía en mente. Dicen en mi familia que mi padre me preguntaba ¿cuál te gusta más? y me leía los nombres de los caballos que iban a correr en Palermo o San Isidro. Yo le decía “ese” y ganaba. Mi abuelo estaba convencido de que mi padre, su hijo, tenía un informante dentro del hipódromo. Pero no.

A veces imagino cosas. Otras, la realidad de verdad me sorprende.
Hace muchos años, cuando ser gay era un secreto inconfesable, un amigo de casi toda la vida hizo evidente sus gustos sexuales. Yo no dejé de quererlo ni un solo centímetro, segundo o gramo (o como sea que se mida el amor) pero de pronto no reconocía a quien quería tanto. Era él, su forma de ser, su cuerpo, su personalidad, pero ya todo eso no encajaba con esa imagen construida en mi mente sólo porque había desconocido de él una parte vital.
No creo que se enterara nunca de ese traspaso: seguí sintiendo por él -y demostrándoselo- el cariño más profundo del que soy capaz. Y aunque su imagen dentro de mí hubiera sido remplazada, la nueva recuperó para sí todo el bagaje afectivo de la anterior.

Muchas personas, más adelante, también se “transformaron” ante mis ojos. Varios se complicaron en el camino de llegar a ser lo que decían tener ganas de ser, otros se recrearon en erizos y algunos siguieron siendo lo de siempre y fui yo la que conseguí el valor para mirarlos de frente.

sábado, 8 de septiembre de 2007

Salir a pelear

El dice: "llego a casa, me saco el traje, me pongo ropa cómoda y me tiro al piso a jugar a los autitos con Nacho (de 3 años)"

Yo pienso: si alguna cosa puede ser para siempre es eso. Cada tarde es un momento maravilloso, seguirá siendo maravilloso cuando él lo recuerde a los 60 o 70 años y también lo será para Nacho, cuando a su tiempo, con sus hijos o sus nietos, se ponga ropa cómoda y se tire al piso a jugar a los autitos.

El dice: "sé que la relación con mi mujer se puede terminar algún día. Ojalá no. Pero con él (Nacho), va a ser para toda la vida. Seguro"

Yo lo escucho y pienso: Yo pensaba que era asi. Que era asi siempre, con todos los padres, ¿no?

No.
Ya no es la ausencia lo que duele, es la imposibilidad que me asalta a veces de apoyarme en esos recuerdos felices para tomar aire y salir a pelear.

domingo, 2 de septiembre de 2007

inquietud

Es más o menos siempre lo mismo. Una idea empieza a aparecer en mi cabeza, en medio de los ratos de ocio, a solas, en casa, en los viajes en colectivo. Una sensación, digamos, de que ahí, en esa imagen, hay una historia, un cuento o –y ahora envalentonada- tal vez una novela corta, cortísima.

Pasan los días y la imagen-sensación sigue. Pero es como una llama de vela, frágil y potente en medio de muchas preguntas. Llegan las primeras dos, las troncales, las que sin ellas no se puede empezar a escribir nada.

Cómo empezará, cómo transitará, hacia dónde.

Qué forma de narración –definitivamente no lineal- hará que surja la historia.

Por ahora sólo una inquietud, una imagen, una sensación renovadora de que ha ahí hay más de lo que parece.