sábado, 27 de junio de 2020

Pablo Derqui - epílogo

Y un día, muta la cosa.
Y dejo de escribir acá porque encontré otra historia en dónde sumergirme.
O lo dejo por nada. Se acaba y ya.

Pero siguen y seguirán apareciendo obras que ahora se sienten como las del amigo que actúa.
Dentro de un tiempo, cuando me haya olvidado un poco de este barrilete, volveré a ver una película con él y habrá reencuentros con su mirada o su sonrisa, y también habrá sorpresas. Seguro.

Pero hoy di un último viaje o una última copa antes de partir.
Es que con una pequeña trampa informática logro ver obras como si estuviera allá.
Como si siguiera allá.
Una película en catalán suelo llevarla bastante bien, pero ¿qué pasa con esta?
Ah, son versos! versos decasílabos sin rima!

Y para que sepa: esta sí es para el ASPO, porque es urgente tener cerca el mar, el deseo y la valentía del amor.


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El café de la marina, película de deliciosos 85 minutos

viernes, 26 de junio de 2020

Pablo D 5

Pablo es muy buen actor.
Las últimas dos historias en las que lo vi, una película y una serie, fueron buenos sitios donde pudo desplegar su oficio como atormentado que tan bien le sale.
Los programas están bien, y la serie la dirige "Milikito", que desde hace ya muchísimos años tiene su nombre de persona y no de payaso.

Es increíble la cantidad de cosas que hay para ver. Como los libros, claro, que no se acaban nunca. Porque es desde antes de esta pandemia que recorremos o recreamos el mundo bajo el estricto control de la contemplación. Libros, series, películas, obras de teatro nos muestran el mundo, otros mundos, de los que salimos más o menos igual, para volver al único en el que habitamos realmente.

El más o menos es lo que marca la diferencia.
A veces nos hacen llorar porque X perdió a Y y luego vamos a cenar o a tomar una copa para volver a hablar de nuestras vaguedades cotidianas. Eso es cuando salimos más igual.
Pero otras, cuando es menos, nuestros deseos se reafirman, aparecen palabras para nuestras necesidades y nos vemos impulsados a dar un paso hacia... no se sabe.

¿Es acaso diferente el escenario de un actor que el de un trabajador de escritorio?
¿No son ambos lugares en dónde se puede mejorar o entorpecer la vida de la gente?

En una entrevista, Pablo Derqui dice que ahora tiene más ofertas de trabajo y que puede elegir. Y qué es eso lo que un actor realmente desea: poder elegir a qué proyecto sumarse. Dice que lo suyo es un oficio. Sí, habla como un trabajador.

¿No es eso lo que se nos ofrece como libertad a todos los trabajadores? ¿No es ese nuestro derrotero? ¿Hacer lo que hacemos de la mejor manera posible, arriesgando, aprendiendo, mejorando para que podamos, cada vez más y mejor, elegir el escenario en dónde sentirnos vivos?

Creo que ya está Pablo.
Muchas gracias por tu acompañamiento.
Este hilo debe saltar a otro barrilete.


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Sabrás que hacer conmigo, película
Pulsaciones, serie
ASPO, día 102


jueves, 25 de junio de 2020

Pablo D 4

Debo ver una representación en vivo de Calígula, de Albert Camus.
Perdí la de Pablo en Mérida. 
Hubiera sido apoteósico.

Explicando su personaje suelta: "el público dice: ostias es que me cae un poco bien y es que... es que si te pones a pensar hay ciertas cosas que...joder, a este me lo cargaría también"

Calígula, absolutamente atravesado por la pérdida y fuera de control, quiere vivir en la verdad, que nadie le diga que el dolor no existe, sabe que existe y que tampoco dura, y que por querer, quiere todo, quiere la luna.

No sé qué más decir sobre algo que no fue.
Quiero la luna.



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Calígula, Festival de Teatro de Mérida.
ASPO, día 101

miércoles, 24 de junio de 2020

Pablo D 3

La necesidad imperiosa de trabajar los guiones.

Las novelas, las bien escritas, tienen historias que se abren y se cierran con un fluir delicioso que son como arroyos que conducen a un final necesario.

El cine empezó a jugar con pervertir esos cauces para a veces, solo a veces, lograr dimensiones que la novela clásica desconoce. Pero en otras ocasiones, y a fuerza de repetición nos hicieron creer que eso es parte necesaria, las historias se cierran abruptamente y sin sentido (es que el actor le salió el trabajo de su vida en... o se cansó ya de...) y los finales se convierten en últimas temporadas (a la espera de que el público pida más o que la cadena y los productores...)

Así, entre sagas y series nos hacer creer que la vida es para siempre mientras exista la demanda, que los finales son interrupciones y que aunque los cambios sean necesarios, ya vendrá otro elenco a reemplazar al que queremos.

Pero las series y películas que vienen de novelones clásicos, no gozan de mucho aire. No se puede hacer 12 temporadas de La guerra y la paz, o el spin-off de El quijote de La Mancha. Tienen el aire justo para desplegar todo su esplendor en un solo disparo.

Está miniserie sí es para una pandemia. Porque a pesar de todo (y ese todo es bastante horrible) tiene final feliz.
Pero Pablo no lo tiene. Su personaje deben atravesar el miedo y la confusión, la acción y su culpa.
Todo vive a través de sus ojos. Casi no estrena la risa. Solo acompaña la voz.
Y él sabe sufrir, sabe incrustar en su mirada ese dolor que lo atormenta y lo conforma.
Su final es necesario, aunque nos deje ciegos frente al espejo




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La catedral del mar, serie
ASPO, 100 días


martes, 23 de junio de 2020

Pablo D 2

Ciencia ficción catalana.
Universos paralelos, amor y esas cosas.

El argumento declara, básicamente, que de cualquiera de las maneras en que una pareja se pudiera conocer, en este universo o en cualquiera de los otros, el amor siempre termina en tragedia.
Nada lo salva de morir, está para dejarnos solos, vacíos, incompletos.

Que no es el amor, chaval, que es la muerte la que no tiene atenuantes.

Tal vez, y solo tal vez, durante el ASPO no era el momento adecuado para verla.
Pero, ¿cuándo sería el momento? Cuándo si no ahora en que los ruidos se apagaron y nos sentamos de frente a nuestro yo sin maquillaje ni corset.

El personaje toma de él su risa, su mirada abducidora y su voz cargada de derroteros malditos.
Las series españolas emergen de una oscuridad que no condice con su sol tan codiciado.




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Si no te hubiera conocido, serie
ASPO, día 99

lunes, 22 de junio de 2020

Pablo D 1

El rey.
El rey impotente, malformado, en el que habitaba un corazón bueno y un carácter débil.
Los ojos tristes e inquietos de PD ponen encanto a un poder supremo desubicado.
Su risa convoca a otra risa. También irrita, es una burla, una explosión de arrogancia que sin embargo, seduce.
Y su voz, clara, un poco profunda. Inconfundible.
Su voz, su risa y su mirada son las empiezan el hilo...



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Isabel, temporada 1
ASPO, día 98

domingo, 21 de junio de 2020

Nuevo hilo

ASPO, día 97

Otra vez, indiferente a los encierros y las ausencias, apareció un hilo para atravesar el arte.
Un actor que me conduce de serie en serie o película. Se llama Pablo Derqui, es catalán y tiene ese misterio o imán al que desde hace ya tiempo dejo ejercer su poder hasta que se apague.

Los puertos a los que llego son siempre diferentes, aunque tienen algo en común: sumo obras, descubro más artistas, aprendo historia y escribo.

Cuando la mística deja de ser impulso y adopta forma propia, siempre escribo acá.

Pero los demonios me dicen que si el X se entera de que estoy haciendo estas cosas, que yo creo en este hilo misterioso del que me engancho, seguramente pensará que me envuelve el patetismo o la locura, y que esto último, en definitva puede serle peligroso.

Cuando los demonios quieren cortar el hilo para volverme a "la realidad" les digo que todo arte es locura, que toda comunicación es magia y que ningún deseo es patético.

Entonces, los demonios callan, y yo escribo...

martes, 16 de junio de 2020

el miedo

Día 93 de ASPO

Renuncio expresamente a tratar de especificar EL MIEDO
Las palabras se agotaron de decir o de soñar, por eso ya no nombran.

El cuerpo de cada uno lo vive, intensamente, a su escandalosa y exagerada manera.

Nadie inventó nada en esta cuarentena, nadie rediseñó su cielo o su fosa.

Todos vimos, vemos, claramente qué somos
porque supimos, sabemos, que tan fuerte abraza el MIEDO

sábado, 13 de junio de 2020

Ese día

Día 89 del ASPO

Y llega esa mañana,
             sucesora de la noche seca,
en la que las ganas nacen rotas.

Traen muchos trozos de dudas
atraen partículas de ausencias
convocan juegos de derrotas.

des unidas
acorraladas
perdidas en sus lazos con
          la
vida