sábado, 30 de mayo de 2020

sueño de ASPO

Estamos en Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio.
Noche 74

Anoche soñé raro.

Un mafioso, mezcla del matón francés de Zona Blanca y el gallego de Vivir sin permiso, fue denunciado por una adolescente que él conoce y a la que ahora tiene que matar para ajustar cuentas. Yo estoy ahí, pero soy una tercera que veo todo nada más. El mafioso no la quiere matar pero debe hacerlo. Entonces se empiezan a tejer en el sueño (ya no recuerdo todo) una serie de situaciones para que ocurra la venganza necesaria, en un bar pero en donde no muera nadie. Recuerdo hacer planes en muchos encuentros, como en una comida comunitaria, un evento social o algo así, con mesas largas y platos de comida y postres todos iguales. Llega el momento de la venganza. Un muchacho rubio parado en la barra del bar debía empezar la representación. Dice algo pero surge un imprevisto, una palabra de otro que no debería estar ahí y suenan disparos, uno atrás del otro.

Queda solo el rubio, todavía parado junto a la barra pero con los hombros encogidos como queriendo protegerse de algo. Todos los demás, muertos. El rubio con su cara perturbada y yo, los dos pensando “¿Qué pasó?” “¿Por qué pasó lo que no debía pasar?

Y ahí me desperté, con el sueño ido y esa sensación todavía ardiente.

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