1.
Te veo, me ves, estamos sucios. La arcilla se mete en los poros, nos reseca la piel. Por eso siempre antes de gozarnos, primero nos ponemos crema. A vos te gusta sin olor, para mí todo es sin olor. Son las dos y salimos a comer con todos. Vos me mirás y yo me quedo tranquila. Tus ojos a veces son más efectivos que tus manos. Lo que menos me gusta de vos son tus palabras. Tenés muchas y son bastante vacías. Volvemos de comer con todos y vos te alejás rozándome los dedos. No te querés separar, querés que yo crea que no te querés alejar. Y te vas a esperar las seis entre unicornios de cerámica crudos. A las seis sale la segunda tanda del horno. Hoy fue un día productivo. Estamos cansados. No queremos coger. Esta noche, no.
No.
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