domingo, 16 de noviembre de 2008

Vaya a saber

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Las palabras a veces no alcanzan, ya sabemos. A veces llegan tarde o son disparos que intentan herir (asesinar) a otro con verdades innecesarias.

Palabras.
Lo que dicen y como suenan.
Amor y te amo son casi iguales pero no, mejor la segunda.
La palabra libertad es linda, pero mejor ser libre.
Ser justo y justicia, esperanza y esperanzador, amigo y amistad.

Me gusta una palabra, desde hace años . No por aquello a lo que refiere sino por cómo se articula.

Duna

Me seduce el roce de la lengua sobre los dientes para dar forma a la d. La boca se achica, se proyecta hacia adelante como buscando el beso para llegar a la u. Y no les sigue un corte, un borde ríspido como el que podría traer la r porque la que continúa es una n donde la lengua deja los dientes para acariciar furtivamente el paladar. Y estalla en una a; termina en un fonema que libera el alma en medio de caminos sorprendentes.

"Vaya a saber porqué me gusta duna", pensaba el otro día, sentada en una plaza turquesa por el estallido de los jacarandás, mientras un calor inusual de primavera, mezclaba el sol y una leve brisa sobre mi piel invernal.

Vaya a saber.
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