domingo, 11 de mayo de 2025

Viajes para el alma

 hey! tanto tiempo.

Acá, defensora y amante de las palabras, te saludo Blogger.

Acá no ganan las imágenes, acá no se limitan los caracteres. Acá se resiste.

Ahora lo entiendo, tal vez tenían razón aquellos que decían que las fotos te robaban el alma. Una imagen es un momento que se extirpa de la historia. Y en su triunfo supremo, queda una niña o un paisaje que solo se recuerda por la foto, encuadrado, en dos dimensiones.

Solo los buenos fotógrafos capturan algo mas que la imagen y les dejan enganchada un poco de alma. Aquella foto de mi hermana leyendo, sentada en el piso, al fresco de una habitación con techo de chapa, piso de cemento y paredes rústicas. Y su libro, sobre un almohadón. O cuando va con paso firme a recibir su premio con 6 años: papá la separó de su renguera y la dotó para siempre de esa convicción y templanza al caminar.

Bueno, mi intención al volver a este no espacio era darle palabras a mi próximo viaje a Europa (2025) pero se me desvió el camino, o mejor dicho, se sumaron otras aventuras del alma.

¿El alma es aventurera? tal vez...

El viaje. 

Transitados los cambios que tuvo hasta llegar a hoy, y mientras le decía en un audio (que modernidad!) a Patricia un par de cosas ya arregladas, me di cuanta que hoy mis viajes, por lo menos a Europa, tienen un objetivo primordial: son viajes para el alma. 

Reencuentros con amigos y lugares pasados en donde podamos crearnos nuevos y distintos.

Y mirá: no hay una sola foto de nuestro primer viaje sin padres (allá en nuestros 16 años) a Lobos. Pero seguro, seguro habrá fotos de este. 

Ojalá consigamos un fotógrafo que en alguna de las fotos deje pegada un poco de alma.