sábado, 21 de marzo de 2009

contagios

.
¿En qué lugar?
Lo respondí hace rato, cuando decidí volver, pero igual de vez en cuando me distrae la pregunta desviadora.
¿En qué lugar del mundo me gustaría vivir? Acá, claro, claro. A pesar de… porque sino no...
Pero.
En un documental estaba Galeano hablando de Benedetti con Montevideo de fondo.
Si no fuera porque adoro, no, perdón, amo a Buenos Aires (a pesar de/porque sino no) adoraría Montevideo. Por hermosísima, serena, viva, variada. Es uno de esos lugares de donde me gustaría ser si no fuera de donde soy.
Y tengo unas tres más de ese tipo.
Ibiza por ejemplo. Nueve años disfrutándola pero con la sensación de que si hubiera nacido ahí la querría muchísimo más. Y fue así que un día las puse en la balanza y me obligué a volver, pero una pena, porque Ibiza, digo, Eivissa, está buena.
Ámsterdam es otra. Caminando por ahí, doblando acá, cruzando el puente aquel, la idea de ser dueña de esa ciudad como lo soy de esta Buenos Aires me dio sonrisas. Pero después pensé que para eso tendría que ser holandesa, que no está nada mal, pero debería no ser latinoamericana y eso si que no me gusta.
Y París, claro, París.
París hace trampas porque si das vuelta rápido la cabeza en una esquina, por ahí te pensás que es Almagro. Y enredada en esa confusión, una de esas tardes yendo hacia el Cluny, me moría de ganas de ser local o lo que es lo mismo, de no ser turista, de sentir ese aleph como algo estructural, genético, determinante. Pero no, no soy de ahí, como tampoco nací Maria Casares para ser amada por Albert Camus.
Y entonces, cuando dudo de todo, cuando me siento afuera, es cuando vuelvo a casa a las dos o tres de la mañana por esta Buenos Aires casi vacía y la muy zorra me tapa la boca, porque es tan hermosa a pesar de… y porque sino no…
.

1 comentario:

  1. pese a que pernocté en ella, todavía sigue siendo una de esas (tantas) ciudades pendientes...
    algún día.

    ResponderEliminar