viernes, 30 de enero de 2009

nuevas pautas

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Me siento delante de la pantalla y navego (sin agua, claro). Llego a la web de un periodista que me encanta, de ahi a "su" blog. Me suscribo, leo sus notas.
Entro cada tarde (casi "cada" en realidad) y apuro las novedades.
Imagino al señor, sentado frente a su Pc, copiando y pegando textos de sus words en el blog. Una comutadora en una casa particular donde un admirado (por mi y varios) prepara cosas para nosotros. Así, como muy visualmente épico-romántico.
Pero, glup, la duda.
¿Ese que firma es el dueño de ese nombre?
Mentira, mentira. No puede ser, es una estafa. Qué barbaridad!
Pero.
De verdad, ¿importa?
Alguien copia en un blog textos sacados de otros lados para que todos a los que nos gusta seguir sus comentarios cargadísimos de información los tengamos disponibles.

Nuevas pautas: la comunicación se establece con muchos más participantes que antes.
¿qué más debería importarme?
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