domingo, 10 de febrero de 2008

Tú eres mi catalizador, nene…

M. pone en su web una historia de Famas.
G. se vuelve a fascinar con la historia y decide enviar a M. archivos sonoros de J.C.
G. pide a sus amigos archivos digitales de J.C.
M. tiene. Arreglan encuentro con mate y charla para pasar a buscar el CD.
L. tiene. Intercambian pila de mails con besos grandes al final. G. visita a S. (a quien L. dejo los CD)
P. tiene. Organiza cena en su casa para la entrega de CD. De paso lo escuchan. Son tres chicas hechizadas por J.C.
L. tiene casette (no sirve). Pero después de la cena, lo escucha otra vez para dormir y a la mañana siguiente escribe: “No recuerdo bien qué me decía, pero lo que fuera me hacía feliz
G. pasa un buen rato en al elección de los cuentos. Además piensa profundamente en cómo quiere escribir.
G. manda archivos a M. (él empezó el devenir) pero también a D., J., P., L. y A.
Mientras espera que suban al ciberespacio pasa que: reencuentra a B. (arreglan para ir a tomar algo en la semana) y escribe a L. (ahora sabe que así se llama) preguntándole porqué ya no puede leerlo. Se perdió, dice él. Que vuelva, pide ella.
G. ya envió su mensaje en la botella. No hay (otras) respuesta todavía. Es pronto.

G. sabe que el proceso alguna vez terminará dejándola distinta.
Sabe que irá haciéndola sentir viva en el mientras tanto.
Y piensa que no debe preocuparse demasiado por el dolor que se le aparece como fantasma, porque después de todo, siempre puede llegar la familia de la calle Humboldt a robarle el velorio…

1 comentario:

  1. Gaby sabés que no suelo dejar
    comentarios pero estas dos
    últimas entradas me encantaron!

    Besos GRANDES, GRANDES

    Ya volví a Gualeguaychu :)

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