sábado, 7 de julio de 2007

Lugones

Sí, vi la peli sobre la Familia Lugones (así se llama).
Aunque tiene algunas pequeñas desprolijidades técnicas, la historia, las actuaciones y los testimonios son excelentes. Cuatro generaciones atravesadas por el suicidio. Una familia que fue impregnada e impregnó los últimos 100 años de historia argentina.
Pero aunque la película da para charlas -sobre la historia de este país, sobre la compulsión a la muerte y a la repetición, sobre el Tigre siempre tan maravilloso-, me quedo con un pequeño detalle.
El testimonio de Horacio Verbitsky es un registro único. No es ahí ese profesional que es, ni tampoco ese amigo que se mostró en la película sobre Paco Urondo. Esta vez es el que presta el cuerpo a una emoción tan humana. Es un sobre-viviente (palabra escrita mal a propósito para poder recomprenderla). Es una persona que amó y que registra el dolor de la pérdida convirtiéndola en un ladrillo de su existencia sólo para seguir viviendo con pasión.Para seguir amando.
Para seguir amando

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