martes, 17 de julio de 2018

fin de año en pleno julio

Escuché lo que decías, pero con la atención estancada en lo que callabas.
El este, el blanco de la diana, el viento, el atardecer.
Lo mejor, lo sensato, lo posible.
El adiós.

Las omisiones eran más sinceras.
Decían que no habías encontrado en mí a la mujer que nunca hubieras imaginado que existía.
Confirmaban que ibas a sobrevivir sin que mi respiración te despierte en mañanas de sol.
Aseguraban que los largos tiempos sin mí no iban a opacarte.

Y con la letanía de lo que sí podías nombrar de fondo, comencé a llorar.
Y nos dio ganas de sentirnos dentro,
y nos amamos con un sexo sediento y voraz.
Y volví a llorar, pero esta vez ya sin ganas de estar ahí.

Ni sé cuando te fuiste,
aturdida por tu silencio.
Mientras la ruinas del pasado

se incendiaban a tus pies.

lunes, 16 de julio de 2018

viajes

Aún con todo
tengo ganas de escribir.
Pero no sale hoy,
será que invertí
millones
de millones
de millones
de palabras
en atravesar galaxias
solo para despertarnos
ahí
donde el domingo
se sueña
perfecto


sábado, 14 de julio de 2018

bienvenue

Esta madrugada entraste en mis sueños.
Había devenires, besos, edificios de ladrillos rojos, maletas y susurros.
Pero lo que importa es lo que faltaba: vergüenza, estructuras, tiempo.

Volvé todas las veces que quieras,
y si es que estamos despiertos,
mejor.

viernes, 13 de julio de 2018

ganas

"Ganas de que me importe lo suficiente como para poder llorarlo.
Y que se vaya,
lejos.
Son solo dos meses más en el infierno".

dijo la hija de la lágrima en un arranque de cinismo

miércoles, 11 de julio de 2018

héroes y villanos

Odio cuando nos tratamos mal
(qué necesidad, con tanto silencio disponible)

Amo cuando coincidimos,
aunque no haya palabras para ponernos de acuerdo.

martes, 10 de julio de 2018

Tac tic

Ella fue la primera en darse cuenta. Pero claro, no dijo nada.
¿En qué momento sentir una reacción inapropiada es darse cuenta de algo?

Mentira.

Ella fue la primera en sentir que algo iba a cambiar. ¿Para bien? ¿Mal? ¿Importaba? ¿Importa?

Primero sentir, después nombrar sin palabras, después hablar. Hablarlo.
Ese tipo le gusta.
Ese tipo la enloquece, le regala tiempo donde no lo hay, le da aire cuando se ahoga.
Ese tipo le gusta.
Él lo sabe, pero para él así es suficiente.

Un mes, un semestre, una vida. Y sus palabras no llegan.
No hay razón para esperar, pero ella espera.
Espera.

Ese tipo que le gusta no trae cerezas. Solo reina en el hambre.

No porque lo sienta significa que está ahí.

Un mes, un semestre, una vida.
Tic, tac
tic, tac
tac...
tac.