domingo, 6 de marzo de 2011

víspera

Esperando el otoño como si fuera primavera.

Mientras comenzamos a buscar tibias prendas con que entrar al recato del invierno, las estaciones enrocan su encanto para hacerme renacer en una nueva vida.
Brotes tiernos de esperanza, promesas de pasión, miedos menores que abren puertas.

Sera la rudeza del verano que pierde su furia,
serán las aguas serenas que permiten llegar más lejos.

Será el fin de un vicio que mata:
desesperanza acorralada

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