lunes, 31 de enero de 2011

vacaciones 1

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Primer día de vacaciones: me quedo en casa, avanzo con el diseño de la plataforma de e-learnig, veo capítulos de House atrasados. Incursiono en el pilón de películas prestadas (o las devuelvo sin mirar o me les animo de una vez), elijo las más pedorra, preparo mate y al sofá. Peli tragable- pero... en fin. "Sin limites" (en realidad se llama "Cenicitas", esas cosas de la traducción) con el chico de moda y otro que hace de Lorca. Prefiero al Lorca, claro. Solo sirve para que recuerde que me encanta Federico, sus poemas de verdad poemas, esos que sobresaltan y obligan a ver lo invisible.
Termina la película y me da pena la muerte de Federico. Como si recién hubiera ocurrido. Es que los muertos duelen siempre, algunas veces más, otras menos.
Nada de bajón que estoy de vacaciones!
Preparo ensaladas varias (ejercicio de la voluntad), ceno y vuelvo a la compu. Recuerdo que la vida es hermosa (sí, sí, ya lo dije, las vacances) y lo es más si escribo. Vuelvo a la casi novela de dos nombres: un día "Noches de otoño", otro día "Dos semanas". 65 páginas no es ni novela ni cuento. Aunque está terminada (es decir tiene principio, desarrollo -transcurrir, bah- y final) necesita crecer un poco más. A explorar algunos puntos que le hayan quedado, como si fueran brotes. ¿Se puede hacer eso? ¿Se puede con un texto de hace cuatro años?
El tiempo pasa raro cuando se está de vacaciones.
(qué alegría)
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