domingo, 2 de mayo de 2010

Tarde de domingo (III)

.
¿Cuántas clases de alegrías hay? ¿cuántas de sonrisas? ¿cuántos tipos de felicidades?
Domingo a la tarde, vamos a ver Fuerzabruta (www.fuerzabruta.net) al Centro Cultural Recoleta. ¿Cómo explicar sin describir? ¿Cómo, cuando las palabras no alcanzan?
Lo fácil: es lo más. Pero para eso no posteo nada. Hay que ser un poco más.
Fuerzabruta no sirve para nada. Es. (eso dicen ellos mismos)
De pie en sala llena. De vez en cuando viene bien ese roce, esa unificación de movimientos, ese sudor compartido. El ruido aturdidor que obliga a ejercitar los otros sentidos. A desconectar, sobrevolando lo real o lo realista.
El público no participa, forma parte. Herido. Festejando.
No son sólo las sonrisas, los gritos compartidos, la liviandad y/o la liberación. El cuerpo siente, ven (y no ven) los ojos, vibran las gargantas, los pies, los estómagos. Es la belleza de las formas, de los movimientos, de los chicos. Es.
Festejando.
Saltar abrazada a los amigos. Intercambiar caras sonrientes con desconocidos. Gritar y reirse, bailar, explotar con una risa que viene de adentro. Solos, a merced de una endorfinas que sonrien también.
Y unas vibrantes y vigorosas bocas rojas empujando hacia una sensibilidad colectiva, universal.

Uno de esos espectáculos que no hay que perderse y que se quedan (eso espero) pegados como papel picado sobre los cuerpos exaustos, satisfechos. Gozosos.
Gracias!
.

No hay comentarios:

Publicar un comentario