sábado, 11 de diciembre de 2010

Apuntes del otro lado

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En esta Marozia sin adelante ni atrás es difícil saber para dónde moverse. La inercia es la reina, la dama de picas, sin copas que diviertan, sin tréboles que traigan deseos, sin corazones, ni siquiera rotos.
La señora de aquí al lado camina para un allá más o menos; goza de la ventaja de que nunca va a enterarse si no llega. El nene del vecino solo gatea a oscuras porque la luz le muestra tantas alternativas que prefiere ni empezar por poner las manos en el suelo. El verdulero entrega el pedido siempre en la misma casa: los ocupantes siempre la aceptan. Hace tiempo que la vida cotidiana se mira solo por televisión porque así es más fácil enfocar desde un solo ángulo.
Son algunos ejemplos tomados al azar.
Sobrevuela un rumor que fluye en los espacios vacíos: dice que alguien está llegando. Alguien que conoció algún punto de partida, viajó trayendo consigo una brújula y que viene armado con reglas y compás para comenzar el nuevo trazado de alguna vieja Marozia.
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domingo, 28 de noviembre de 2010

preparando la despedida

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Ya no hay ganas de recorrer ciertos lugares. Ya no hay vocación de escribidora para algunas mismas historias. Ya no hay encuentro con su voz debajo de esas cabeceras.
Quizás es un nuevo ciclo que se cierra con las mismas costuras con que se cerraron otros.

Tal vez el presentimiento de un nuevo tiempo invite a decir hasta luego.
Tal vez, algo nuevo.

En este universo que elegimos tener como epicentro,
un destino posible es tu voz, tus ojos, tus manos. Tu voz.

Un nuevo relato requiere, circunstancialmente, un nuevo relator. O, un nuevo relato está gestando, lentamente, un nuevo narrador.

http://aguafuertesdemarozia.blogspot.com/2010/11/en-gestacion.html

saludos,
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sábado, 13 de noviembre de 2010

saberes

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Él sabe como hacerlo; sabe como hacerlo y por eso le digo que lo amo.
Pero no es cierto: no es por eso que lo amo, aunque conoce tantas cosas.
De todas ellas, de las cosas que sabe o de las que le salen sutilmente bien, la que más me enamora es su don de la palabra justa para distraerme. Pero no es la distracción de mí lo que más me impacta: es ese repentino cambio de coordenadas que desata con apenas un par de sus palabra. O cuatro, o tal vez diez; ni que hablar de las incontables que devienen en madrugadas brumosas.
Y yo no sé cómo sabe, pero lo sabe, cuando ya está bien de palabras y entonces las calla y me mira a los ojos y ya nada puede ser más intrascendente.
En ese mar de seguridades extranjeras me gusta nadar. Quedarme sin aliento. Volver a respirar.
Quizás lo extrañe a veces, aún cuando fuma a mi lado. Pero sé que conoce el camino de vuelta y con eso por hoy alcanza.
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lunes, 18 de octubre de 2010

"Aprendan a ser valientes y libres y no se dejen asustar por palabras. Esto es ser macho y lo demás es pura convención"

Witold Gombrowicz

viernes, 15 de octubre de 2010

vuelve Silvio...

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Una mañana, no se a cuento de qué, en la radio pasan "Canción del elegido". Se cuela en mi cama de hoy aquel atardecer en esa desvencijada casa de campo sin luz, con los amigos, casi todos pero no el que tanto habla, no está y hay un enorme espacio de silencios para llenar en voz baja, despacio, para contar o cantar, para que una cosa lleve a otra y otra a todo, a todos.
Días o metros más allá, se presenta esa frase: "si pienso que fui hecho para soñar al sol y para decir cosas que despierten amor, como es posible entonces que duerma entre saltos de angustia y horror" Y ya no estoy acá sino entonces, en los 22, amando en silencio a un aspirante a galán que consentía sin aceptar, mientras yo luchaba inconsciente contra los estragos helados del abandono.
Hoy viernes noche, a solas con you tube en casa, repaso la lista hasta llegar a la "Pequeña serenata diurna". Bajo la luz, subo el volumen , cierro los ojos, y ahí estamos, acunados en alcohol,
drogas y amor, bajando casi al borde de la mañana hacia Cala Gracioneta, con Fernando andando con la guitarra apuntando al cielo, dedicando la pequeña serenata a su Isa. Queda noche todavía y en el agua todos provocando chispas de "fosfitos" reales o alucinados.

Viernes, noche, octavo piso. Silvio ya me dijo casi todo, la llave en la puerta anuncia otro trovador.
Buen, buen fin de semana.

"lo más terrible se aprende enseguida, lo hermoso nos cuesta la vida"

lunes, 11 de octubre de 2010

ausencia

El sol congelando el aire hasta que quema, el agua escurriendo en ríos que enlodan a su paso, palabras ovidadas que refluyen en la memoria, miradas extraviadas entre un aquí y un acá. Todo eso, solo eso, es lo que abre la cercanía de tu asuencia.

domingo, 3 de octubre de 2010

después del jueves inexorable, un sábado banal

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Lo inexorable
El jueves llego a casa a las 7 de la tarde después de todo un día de dar vueltas alejada de radios, tv y diarios online. Enciendo la radio y esto es lo primero que escucho: "Es muy grave la situación en Ecuador. Correa permanece secuestrado". Intento seguir escuchando pero no logro entender, el miedo obnubila y todos los datos parecen pocos. Empiezo a llamar por teléfono y me entero de lo que pasa. Hay que esperar y estar pegado a la tele. Llama mi hermana e intercambiamos insultos, miedos, esperanzas, ánimos. Yo siempre tan en mi papel, le digo que seguro no va a pasar nada, que en cualquier momento se resuelve todo y Correa sale al balcón (muy pasionalmente sudaca eso de salir a los balcones). Ella me dice: "ya salió, ¿no lo viste desde la ventana del hospital diciendo que lo quieren matar?" No, no lo vi. La dejo y me voy frente a la tele porque es obvio que me falta data visual.
Paso las horas a control remoto pasando canales . Me quedo en el Siete (la televisión pública) porque habla Correa por teléfono con la televisión pública ecuatoriana desde adentro del hospital donde lo tienen rodeado. Tanta mediatización me confunde, pero no es momento de analizar las formas. Pedro (Brieguer) desde la pantalla nos aclara que no es uno de esos golpes de estado que tanto conocemos, ya no más el formato años '70, ahora vienen así: más cámaras encendidas, más presidentes secuestrados o encerrados, más civiles opositores en las calles reclamando muertos.
Se hacen las 10 o las 11 de la noche y en la pantalla de la tele se ve movimiento de soldados queriendo entrar al hospital, coches que pasan a velocidad de huida y se quedan a esperar en la puerta. El audio no reproduce esa imagen sino que registra el diálogo entre un periodista que está en el estudio y otro que desde adentro del edificio cuenta que los enfermos y sus médicos están muertos de miedo, que los gases no dejan ver nada, que lo ve pasar a Correa, que bajan las escaleras desde el tercer piso al primero y ahí se queda, el periodista, diciendo cada dos palabras "esto es muy peligroso" mientras las cámaras muestran como los coches que esperaban, arrancan y se alejan con el presidente a salvo.
Al rato, Rafael Correa desde el balcón, con medio cuerpo afuera en algunos momentos, es una tromba indignada, seguida -acompañada y vista- por el mundo entero.
Ya está, ya pasó, ya me puedo ir a dormir tranquila. O casi.

Lo banal
Sábado en casa de mi hermana, reunión de chicas en el estudio. "Qué miedo el jueves", "qué bárbaro este Correa", "menos mal que no pasó de ahí". Ahora si es tiempo de análisis, de preguntas, de búsqueda. Hasta que una de nosotras salta con un tímido: "¿no lo vieron en la ventana del hospital, aflojándose la corbata y la camisa?" Silencio, cualquier comentario parecería demasiado superficial. Y al fin...
"¡qué bueno que está este tipo!" "¡qué viril!" "¡qué macho!"
Risas y otra vez la necesidad de imagen y sonido. Tiene que estar en you tube, claro que si, no estamos solas en esto. Y estaba.
Para algunos, un payaso. Para otras, un subidón de libido difícil de olvidar.
Así, sin medias tintas y todo mezclado.

Así es Latinoamérica, así somos los latinamericanos: los desacuerdos nos violentan, nos separan irracionalmente de vereda y casi siempre esto lo pagamos con vidas humanas. Pasiones descontroladas que se ponen en juego, juegos peligrosos de los que salimos vivos y candentes o muertos y doloridos para siempre. O las dos cosas a la vez.

Esta vez, de esta partida salen favorecidos la democracia y el club de fans de Rafael Correa.
Lo inexorable y lo banal de picnic en esta caliente primavera sudamericana.

http://www.youtube.com/watch?v=GHpHD7K_taY

miércoles, 18 de agosto de 2010

para qué

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Apenas controlo el lenguaje coloquial, con suerte balbuceo firuletes con el lenguaje escrito; siempre acosada por una duda paralizante: ¿qué es lo que tengo para decir? ¿para qué?

Caprichosa, dispuesta a seguir buscando razones de osadía, desde el sábado pasado me animé con una nueva lengua: la fotografía. El taller (de eso se trata) se llama: De la imagen a la fotografía. Sí, precisamente ese camino es al que quería entrar para poder transitarlo con los sentidos despiertos. Cuatro horas intensas de observar y ver y mirar y recorrer y desglosar y reconstruir fotografías de consagrados y compañeros.
La idea propuesta por el profesor de taller es que encontremos un nuevo lenguaje, que lo podamos leer y, con suerte, hablar con estilo propio.

Esta semana, cámara en mano, me desplazo titubeando ante imágenes presuntas. Pero salta la duda, la vieja pero no herrumbrada duda, que me sujeta por los pies y no me deja avanzar:
¿para qué? ¿que tengo para decir?
Y ahí, de pronto, no va que se completa incómoda la frase. En definitiva es siempre lo mismo: ¿que tengo para decir, que puedo decir para que te quedes conmigo?
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viernes, 30 de julio de 2010

Violencia

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Artistas que generen un estamento social, que a su alrededor formen un grupo de pertenencia, que aglutinen en sus múltiples aristas adhesiones desde diferentes ideologías, son raros de encontrar. Hay clubs de fans, hay círculos exclusivos, hay afiliaciones, suscripciones, amontonamientos, bolsas de gatos y varios etcéteras, pero colectivos como el de los "seguidores de Capusotto" hay poquísimos.
Capusotto, Saborido, sus personajes y nosotros, sus incondicionales, formamos parte de un acontecimiento único, irreproducible e intransferible.
Que un programa que se da por la televisión pública con escasísimo raiting (3,5 contra los 12 de Los Simpson, por ejemplo) sea esperado y disfrutado con pasión, que seamos capaces de seguirlo aún soportando esos horrorosos videos que ponen entre sketch y sketch, que consiga adeptos entre fachos y progres, es otra de las rarezas de esta patria.
Un plan bien trazado: cada año nuevos personajes pero conservando los mejores de los anteriores, cada temporada menos cantidad de programas para dejarnos con ganas de más y esa punzante lectura de la realidad que después de procesada con inteligencia e ironía, nos devuelve y estalla en la cara impidiéndonos ser o sentirnos indiferentes.
Algunos personajes incomodan y mucho. Micky Vainilla es su máximo exponente. En mi caso, tengo que verlo un par de veces para que me de gracia porque la primera visión es devastadora.
Capu tiene sus detractores, o mejor dicho, su contracara que obviamente también lo tiene a él como eje: así quedamos de un lado los que los adoramos y, del otro (solo hay dos lados, posta) los que "no les hace nada de gracia". Sin medias tintas, como El Diego, pero eso es tema de otro post.
De estas dos últimas temporadas mi favorita es Violencia Rivas. Ya les digo, es intransferible y solo hay dos lados, así que no voy a decirles mucho. "Ella", al mejor estilo de un Borges pagano, acumula en sus matices varios de esos puntos álgidos que todo buen y mal ciudadano debe sortear en su trato con la (a veces victoriosa) realidad.
Solo un comentario más para revalidar mi fanatismo: hay que poder apagar la televisión un lunes a las 23:30 después de que Violencia nos grite desde la pantalla: "¿se les deshilachan todas las ilusiones eh? Fumiguensé!!!"; y lograr conciliar el sueño, como si nada hubiera sido dicho...

Para darles de posibilidad a los que no la conocen de catar por ustedes mismos, acá les dejo el caminito...
http://www.youtube.com/watch?v=vtKXKKHBIA0
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miércoles, 21 de julio de 2010

coyote

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A veces me dan vuelta por la cabeza un trío o cuarteto de ideas, vueltas como los pajaritos que le rondan al coyote cuando el insoportable del correcaminos le hace notar su torpeza o incapacidad.
Unas pocas ideas inconexas -o aparentemente inoconexas- que capturan por breves instantes mi atención, solo para ser pensadas y que no llevan -también aparentemente- a nada.
Algunas sueñan con ser escritas, terminar en blog, cuento o artículo; otras buscan despertar conciencia o acción; otras intentan sacudirse las brumas.
Ahi viven, ahí crecen y a veces, ahí se marchitan.

Es obvio que en estos días he perdido la capacidad de escribir. He perdido esa magia o pasión o las dos cosas, que me permite alejarme de mis confines para avanzar sobre micro incertidumbres. Después de cada palabra, el vértigo de enlazar la siguiente. Si, eso he perdido. Lo más triste es que cuando lo pierdo en la escritra es que me falta en la vida cotidiana, en el levantarme de la cama, en el volver a casa, en el encontrarme con amigos. Se va y me deja muy sola.
Lo bueno, lo buenísimo, es que un día, así como se fue, vuelve. Y otra vez las letras que bailan, otra vez los aires que se renuevan.
salud!
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lunes, 19 de julio de 2010

viernes, 9 de julio de 2010

se acabó el pimentón!

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Uf, vengo un poco atrasada. Es que estamos en plena "guerra de dios", ya saben. Menos mal que el pulpo paul ya nos dio la victoria (sin duda la bandera blanca y amarilla no le gusta nada, siempre prefiere la roja)

ya vuelvo...

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lunes, 14 de junio de 2010

tránsito

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La abúlica pasividad de la rutina, por fin, decanta.
Parece que no se mueve, parece que no muta, pero tarde o temprano, deviene en porvenir.
Digo: por venir.

Me agobia levantarme a la misma hora, tomar ese colectivo o aquel otro, llegar siempre los mismos minutos tarde, hacer la mismas pruebas (o unas semejantes) en ese programa en constante metamorfosis (ya casi es un monstruo), me embola tener que zigzaguear los intentos para que trabaje el doble por la misma paga, me irritan esos cinco o diez minutos de más que nos obligan a quedarnos para preguntar: "¿qué tal estuvo el día?". La caminata de vuelta, el colectivo de vuelta, las compras (¿es que siempre falta algo en esta bendita casa?). Las mismas cinco horas libres para intentar reparar tanta estupidez empresarial. Las mismas cinco, porque son las mismas, de lunes a viernes, iguales, idénticas.

Ya casi no leo, ya casi no escribo, ya casi no voy a eventos sociales porque me perecen tan, tan iguales a si mismos.

En circunstancias normales me mudaría de barrio, de provincia, de país, de continente. Ya lo hice dos veces, hace 20 años, hace 10 años. No sirve, claro. Tampoco sirve.

Recomiendan nuevos estímulos, nuevos roces, nuevos tactos, nuevas miradas, nuevos sabores, nuevos ritmos. ¿Pero no será el siempre-no-oler lo que me complica la vida? El siempre no...

"R e v o l u c i o n e s s e b u s c a n"

Contemplo desde demasiado cerca a mi desosegado espíritu, otra vez, deseando extranjerías...
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domingo, 6 de junio de 2010

Solo el amor

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Esta bien, es domingo a la noche, el ánimo es de domingo a la noche y me da remordimientos tener el blog tan abandonado. Quizás por eso, sepan disculpar, esta confesión trasnochada y simplota que aquí me pongo a cantar.
Para mí, a pesar de tanto desastre, a pesar de mi actual inmovilidad (ando un poco solita, y si), a pesar de lo dura que es la rutina y la abstinencia, a pesar o quizás por eso, estoy absolutamente convencida de que lo más importante y motivador del mundo es el amor. Ese amor difícil, ese amor que complica, que duele a veces, que transforma siempre y que nos hace completamente felices y plenos en alguno de sus pocos momentos de clímax. Solo el amor.
Por eso, solamente por eso, en estos días en que arrebatos de odio demuelen brotes de vida por doquier, hay dos cuestiones que me devuelven a lo simple.
En estos días, cuando el senado argentino está evaluando modificar la ley de matrimonio civil para que personas del mismo sexo puedan casarse, me cuesta entender que haya quienes se oponen. No se, me parece que es tan difícil encontrar el amor, el amor que moviliza, que completa, tan difícil y tan maravilloso, que no encuentro razones para oponerse a que aquellos que lo vivan, que lo sientan, lo celebren como se debe, sean Marta y Manuel, Manuel y Miguel o Marta y Mariana.
Privar a otros de la celebración de la alegría se está poniendo de moda, ¡qué porquería!

El otro hecho que me ayuda a sobrellevar este domingo nocturno tan cercado por la rutina, es pensar que tal vez, en unos meses, algo encaje correctamente en su sitio olvidado. Las Abuelas de Plaza de Mayo, nominadas al Nobel de la Paz, tal vez sean las elegidas y los cursos "naturales" del amor y de la historia alinearán su astros con la verdad que tranquiliza. Si, es cierto que si ese premio el año pasado lo ganó Obama ya tenemos mucho de valor perdido y desprestigio ganado. Pero ese premio para esas mujeres esculpidas en amor del bueno, será un premio capitalizable dentro de este país donde algunos sectores todavía las desprecian y difaman.
Dos hechos, domingo a la noche y solo un poco de amor para compartirles.
Nas'noches.
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miércoles, 26 de mayo de 2010

duda razonable

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¿si no podés amar aquello de lo que formas parte: a qué fantasma le estar regalando tus besos?
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martes, 25 de mayo de 2010

190, 200, 205, 210...

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Si es cursi decir y sentir con orgullo excultante que una ama a su país, peor, a su patria, y bueno, tendré que aceptarme cursi.
Desde hace 10 años, cuando decidí volver a vivir "en casa" (en lo familiar, en donde una encuentra referencias, en donde una reconoce igualdad aún entre los defectos de los otros) cada vez que escucho y deseo cantar el himno, no puedo porque lloro. Me emociono hasta que se me nublan los ojos con lágrimas que no llegan a salir, se me cierra la garganta y me salen gorgoteos y no palabras. Beneficio (o castigo) de las mujeres: el llanto está siempre disponible para decir lo que las palabras no alcanzan a contar.
Estamos de cumpleaños, el 200, y Buenos Aires (espero que el país entero) es una fiesta. Salimos a la calle a juntarnos para vivir la parte de la Argentina que nos enorgullece: algunos van a ver desfiles militares, otros desfiles de comunidades provinciales y extranjeras, otros van a escuchar folcklore, otros tango, otros a León Gieco, Kapanga, y hasta a Fito Paéz. Otros van a comer y beber en los stands de provincias, visitan a las Madres y Abuelas y hasta se tramitan el DNI. Todos en las calles con nuestras diferencias a cuestas pero unidos por nuestas semejanzas. En estos tiempo donde la tolerancia es un valor a conquistar (yo te tolero pero ojalá no estuvieras ahi) y no el respeto, es un avance.
¿Que durará lo que duren los espectáculos? es posible, pero hoy salis a la calle y la gente está contenta. Mi amiga Gabriela dice que ojalá sea un inicio de un nuevo país.
Igual ya tenemos este, que no está mal (hace 10 años era un completo desastre y dolía en el pecho o en el alma) y esperemos podamos seguir haciendolo mejor. Y la única forma es hacerlo juntos, parte a parte, dentro de este extraordinario marco latinoamericano que también estamos viviendo.
En fin, que amo a este país con mis emociones irracionales y con toda mi razón (y sus razones)
Amar nunca está de mas y sigo pensando, quizás por haber vivido tantas ausencias, que cuando se tiene la oportunidad es la única razón de osadía que hace falta.
Y ahora, a celebrar.
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lunes, 10 de mayo de 2010

De pronto nuestra amistad se vació de palabras,
faltaron tantas complicidades como cotidianidades.
Fue entonces cuando tuvimos que dejarla.
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domingo, 2 de mayo de 2010

Tarde de domingo (III)

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¿Cuántas clases de alegrías hay? ¿cuántas de sonrisas? ¿cuántos tipos de felicidades?
Domingo a la tarde, vamos a ver Fuerzabruta (www.fuerzabruta.net) al Centro Cultural Recoleta. ¿Cómo explicar sin describir? ¿Cómo, cuando las palabras no alcanzan?
Lo fácil: es lo más. Pero para eso no posteo nada. Hay que ser un poco más.
Fuerzabruta no sirve para nada. Es. (eso dicen ellos mismos)
De pie en sala llena. De vez en cuando viene bien ese roce, esa unificación de movimientos, ese sudor compartido. El ruido aturdidor que obliga a ejercitar los otros sentidos. A desconectar, sobrevolando lo real o lo realista.
El público no participa, forma parte. Herido. Festejando.
No son sólo las sonrisas, los gritos compartidos, la liviandad y/o la liberación. El cuerpo siente, ven (y no ven) los ojos, vibran las gargantas, los pies, los estómagos. Es la belleza de las formas, de los movimientos, de los chicos. Es.
Festejando.
Saltar abrazada a los amigos. Intercambiar caras sonrientes con desconocidos. Gritar y reirse, bailar, explotar con una risa que viene de adentro. Solos, a merced de una endorfinas que sonrien también.
Y unas vibrantes y vigorosas bocas rojas empujando hacia una sensibilidad colectiva, universal.

Uno de esos espectáculos que no hay que perderse y que se quedan (eso espero) pegados como papel picado sobre los cuerpos exaustos, satisfechos. Gozosos.
Gracias!
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sábado, 10 de abril de 2010

Semana en Baires (II)

Sábado

Tres de la tarde, entra todo el sol de otoño por las ventanas. La ciudad se esconde tras los ruidos, pero me pongo los auriculares, me acomodo en el sillón y...

Ya llega el sol, ya llega el sol y yo digo que todo está bien.

Cariño, ha sido un largo, frío y solitario invierno.
Cariño, parece como que hubiera durado años.

Ya llega el sol, ya llega el sol y yo digo que todo está bien.

Cariño, las sonrisas vuelven a las caras.
Cariño, parece que hace años que no está aquí.

El sol, el sol, el sol aquí llega.

Cariño, siento como el hielo se derrite lentamente.
Cariño, parece que hace años que no está claro.

Aquí llega el sol, aquí llega el sol y yo digo que todo esta bien.

viernes, 9 de abril de 2010

Semana en Baires (I)

Viernes

Nueve de la noche, subte a casa. Vagón destartalado que parece querer desintegrarse en cada metro recorrido (vagón-gelatina: ¿tanto juego tiene que tener?). Casi todos solos, salvo tres amigos en las butacas del otro lado del pasillo. Me siento yo primera, mirando hacia adelante, del lado de la ventanilla. Se sienta un hombre a mi lado pero apenas giro la cabeza para mirarlo. Por el costado del ojo veo o intuyo que no es mayor, él también mira al frente pero sin observar nada. Salvo por dos pequeños lunares en su mejilla izquierda no parece tener nada que lo haga único. Casi saliendo de la estación sube un último pasajero. Se sienta frente a mi; como si no lo hiciera, como si mirada más allá de él, lo descuartizo con la mirada.
De unos 30 años, más o menos. Todo el brazo derecho tatuado como si fuera un salón de la Alambra. Muñequera gruesa de cuero, casi suelta. El otro brazo tiene también pequeños tatuajes: en la mano izquierda, una palmera. Mientras desenmaraña los cables de su Ipod lo miró un poco más descaradamente. Barba más que incipiente, remera negra con siluetas en gris, camisa verde abierta, bolso nike (mirando bien, todo parece tener marca), gorra verde con visera. Se la arquea un poco más, se la acomoda un poco para atrás, otro poco para adelante. Pequeño piercing en la nariz, hermosos ojos verdes. Tiene ese algo, ese toque de no-bueno que incita. Inquieta, dan ganas. Seguro sabe pecar. No lo miró mucho. No lo dejo de mirar.
Siguiente parada. Sube una mujer asida a un bolso con dos o tres plantas. No las reconozco, no se sus nombres pero ella seguro que si. Se sienta en frente, junto al James McAvoy porteño, y saca una hoja pequeña dentro de una bolsa de plástico. La observa atentamente. ¿Qué busca? ¿Qué encuentra? Quien sabe. Ella ya no es joven, el pelo tirante hacia atrás recogido en un rodete. Anteojos rectangulares como los de todos. Ya nadie usa anteojos de lectura redondos. La moda manda. El resto no se le distingue: solo rodete, lentes y plantas sobre su regazo.
Siguiente estación y miró por la ventana.
No sé, fijándome en sus particularidades -una trenza, unos labios, una mirada suave, una forma de pararse, ese peinado salvaje- hoy todo el mundo me parece hermoso.
Sin duda, los viernes soy casi feliz.
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jueves, 25 de marzo de 2010

de plaza con todos a plaza entre todos

Artistas confirmados:

ALEJANDRA BOCQUEL - ALEJANDRA DE IPOLA - CECILIA HERNANDEZ - CECILIA MAGNO - CECILIA RIZZO - MARIA CRISTINA OGGERO - DANIEL PEITTI - DIEGO LAZCANO - DISTILLA TZARA - EMANUEL DOCCO - ESTELA POCZTALJON - FABIAN ZANARDINI - GABRIELA BILBAO - IRENE RONCHETTI - JULIAN KOPP - LAURA BRUGNONI - LAURA MAZZINI - LEONARDO OCCHIPINTI y ROY AMARU - LORENA NIS - LUIS MORADO - MARCOS LUCZKOW - MARIA JOSE LOSADA - MARTIN ARANGOA - MERLIN TINTI - NORBERTO JOSE MARTINEZ - OMAROMAR - PALOMA ABATE - PAOLA COLLIA - PINNY - REINA ESCOFET - ROSA CAMPANAPUCCI - SILVANA CASTRO - SILVIA CALVO - SILVIA SALCEDO - SILVINA GRUPPO - VERONICA GANUN

miércoles, 24 de marzo de 2010

presente

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Otro 24,
y acá estamos, preparándonos para hacer muchas cosas que nos ligan a la vida.
Nosotros, de lo único por lo que sentimos espanto es de la muerte y sus secuaces.
Otra vez
a caminar juntos
a gritar presente tres veces
a escuchar los tambores.

Es la rutina más importante a la que jamás quisiera haber tenido que acceder.

Pero hoy es 24 de marzo
34 años del golpe

Nunca, pero nunca, nunca más!

martes, 16 de marzo de 2010

Exilios

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Mientras busco poemas, converso con amigos (reales o literarios) sobre Montevideo.

Montevideo. Durante mucho tiempo no sabía que existía. En términos de deseo digo, estaba ahí, pero jamás se me hubiera ocurrido visitarla. Después, cuando apenas empezaba a ser independiente, fue que dejé todo y crucé el océano. Allá, en Ibiza, conocí a Dani y él me enseñó que a pesar de estar tan cerca, tenemos nuestras diferencias, y a pesar de nuestras diferencias, somos casi lo mismo. La palabra sería hermanos si no estuviera tan trillada.


Montevideo es una ciudad hermosa. No como Florencia, no como París. Es hermosa porque parece pueblo, porque parece Buenos Aires pero sin tanta prisa, porque parece europea desde varios lados (un toque español, otro francés, otro alemán que yo reconozca), porque tiene esa costanera y ese río que parece mar. Pero a no confundirse: su encanto no es porque parece otras cosas, sino porque es otra cosa. Única, serena, respetuosa con su historia, nada pretenciosa, amigable. Amable.

No me dejo convencer de que mi amor por Latinoamérica es más fuerte y más profundo después de mi etapa europea. Es verdad que a veces hace falta mirarse desde afuera para reconocerse.

Pienso en mi lejanía elegida y en los exilios en los que otros debieron renacerse. Pienso en Benedetti escribiendo poemas en Madrid mientras todo su cuerpo y su alma extrañaba su "paisito". Pienso a lo que estamos expuestos: los cambios y lo permanente. Las circunstancias, nuestras derrotas y nuestras victorias sobre ellas.

El exilio es una daga que si no nos mata, nos obliga a vivir mejor, a vivir más fuerte, más profundo. Salimos otros de su vientre, con una parte amputada para siempre, con una parte nueva que hay que aprender a dominar. Por eso es que diría Don Mario que cantando, venciendo derrotas, seremos reconocidos como militantes de la vida.
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lunes, 15 de marzo de 2010

conferencias

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A veces, por razones inconfesables, me da por preparar conferencias, discursos o cosas semejantes, sin un futuro concreto de consumación. Y como dichos "textos" (son mentales, pero textos al fin) no tienen fecha de presentación, terminan escurriéndose por la mismo desagote de la ducha que es donde y cuando mejor me salen.
Rumias mentales, que por falta de osadía no llegan a realizarse.

Dentro de un par de semanas voy a participar de una lectura en una radio abierta. No se bien todavía que poemas o textos voy a llevar, pero sí se sobre que idea o con que lazos van a estar unidos. Es tiempo (aunque siempre es tiempo, pero ahora más) de defender la alegría.
En una guerra sin cuartel los medios de comunicación no paran de tirar tragedias. A un pueblo deprimido (dijo Jaureche) es fácil dominarlo. No se trata de una buena onda frívola o de energía positiva autista, se trata de saber que falta lo que falta (tierno libro escrito a dúo entre Paco Taibo II y el Subcomandante Marcos) pero habrá que buscarlo sonriendo.

Con esta única pauta por ahora me nutro de un par de poemas de Gelman (sin él no tengo rumbo) y Benedetti es una fija. Me gustaría haber guardado todo el material que llevaba a "Versos dispersos" (programa de Radio Uc, allá hace tanto!) pero solo me acuerdo de algunos nombres. Ja veurem.

Estoy de vacaciones, el tiempo es estupendo y tengo un par de angustias dominadas.
Es tiempo, sin duda, de defender la alegría.
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sábado, 6 de marzo de 2010

la previa

El gato que quiere comer a las 6 de la mañana, Aliverti a las 10, llamo a la inmobiliaria, compro ese diario asqueroso solo por los clasificados, preparo mate, contesto mail, limpio la casa, resuelvo mail a G. para ver si puedo quedarme en este departamento, empieza el doble en la Davis, mate, medialunas con queso, taquicardia ganamos el tercer punto! (Mañana la definición, glup! que bueno que está Soderlig! que re-bueno está el capitán sueco de Davis!) Organizo el recorrido para ver departamentos nuevos. Llega (tarde) la señora que hace la guardia de este departamento, yo me voy, le dejo mi casa armada para que ella se la muestre a extraños. Si alguno se decide, me quedo sin casa. Hay que ver lo que pesa por fin (era hora) no haber hecho un hogar. Charla banal con la guardiana, esta vez no le di mucho pie como para que descuelgue algo parecido al "¿vos sos jipi, no? se nota por los adornos" de la semana pasada. Señora, no le dije, yo trabajo 9 horas, de lunes a viernes, abandoné los porros hace tiempo y casi ni alcohol tomo, solo el jueves, dos copas de champagne en el cumpleaños de Marina (mi sobrina). Yo no soy jipi, ni nunca volveré a intentar serlo. Salgo, todavía calor, claro, todavía verano.
Primer departamento, una tumba, ventanas con vista a ventanas. Olvidable. Segundo departamento, ¿ese ascensor es legal? ¿permiten tan pequeños? 10 pisos, otro por escalera. Ya adentro, enorme ventana redonda con vista a la ciudad. Me acuerdo de Camus y su casa frente al mundo. ¿Esa será mi próxima casa frente al mundo? Me río mucho con las chicas paraguayas que muestran el departamento por una confusión tonta. ¡Qué buena onda que sos! me dice una. Si, la verdad, soy buena onda. La mala onda la dejo para cuando estoy a solas conmigo. Tercer depto, grande, luminoso, pegado a un colegio. Mmmmm, los niños y los timbres de escuela pueden estropearme el futuro. La señora de la guardia habla mucho, no me deja ir, me pregunta "¿qué puntaje le das a la propiedad?" No le digo que odio las calificaciones, prefiero las clasificaciones, pero a ella no le importa, le digo 8 y le pido que me acompañe a la puerta. Me voy. Es zona de outlet (mierda, ojalá que no existiera eso de "outlet": ya que son mentira porque los precios no acompañan, debería esfumarse ese rótulo.) Entro a un par de tiendas, nada me gusta. Sigo caminando por ese barrio, que si me gusta, esperando que me caiga del cielo un departamento donde hacer hogar. No cae. Mejor.
No voy a ir a ver Avatar, prefiero ir a casa porque la guardia ya termina. Entro, la guardiana esta viendo la tele, en mi casa, mientras el gato se esconde abajo de la cama. Me dice que tal vez esta vez haya un interesado. Yo espero que no, o que si, o que nada de esto estuviera pasando. Da igual, quiero que se vaya, antes comenta que una amiga suya edita sus propios libros, "da clases de cábala" me dice, no me interesa, sigue: "ella tiene su propia editorial para editar sus libros. No estudió nada, pero le va bien" Me va a traer uno, sobre ángeles. Que-se-va-ya. Se va.
Me tiro un poco la cama, el gato se acuesta al lado mio, me pone la cabeza para que lo acaricie. Veo una serie en la tele, se hace de noche. Me voy a cocinar unas fajitas con restos de cenas anteriores. Después veré una peli, invadiré mi propia casa, cada rincón, cada espacio. Mi casa.
Mañana, a las nueve, el tercer punto de Davis. Tal vez ganemos, tal vez haga falta resolver en el quinto.
Mañana es mi cumpleaños. En tránsito, como siempre, a través de puertas y ventanas con vistas a ciudades, mares o jardines. Necesitaba escribir mientras sigo en la previa y ya sin él en mi mirada.
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domingo, 28 de febrero de 2010

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Porque cada día se escucha con más fuerza eso de "este país es un desastre" "Estamos peor que nunca" Siempre es bueno recordar que pasó en este nuestro país, que nos arrebataron (si te ponés a revisar el gabinete del Pepe Mujica vas a ver que con el tiempo los guerrilleros se reciclan a demócratas, pero los milicos nunca lo harán), que nos está faltando, todavía...

http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-141161-2010-02-28.html

sábado, 27 de febrero de 2010

Tarde de domingo (II)

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Esto de ponerse a clasificar el manantial (de letras, de imaginación, de belleza, es decir, de pensamiento) se convierte en vicio si uno se deja llevar.
Desmayadas de tanto ir i venir acomodando libros, nos tomamos (mi hermana y yo) un descanso frente a la tele, pero después de media hora de saltar por los miles de canales que no inspiran nada, decidimos buscar un video. Tarde de domingo, recuerdos infantiles compartidos, "que sea una en blanco y negro, con uno de aquellos viejos doblajes, como si fuera un "Sábado de cine y series". Muy bien, a horadar el sillón y que venga Tyrone Power y su "Al filo de la navaja"
Ah, qué delicia, qué guión, qué ritmo, qué historia! Ok, Tim Burton esta más que bien, alguna que otra peli salida del sundance, bueno, pero al cine americano de los 40-50 no hay con que darle.

Quedaban algunos libros por acomodar y lo que se empieza, aún cuando se complique, hay que terminarlo. Pero Tyrone y Gene (Tierney) se vinieron con nosotras.
Quizás el mundo sea así de sencillo, así de clasificable. Quizás sirva andar por la vida sabiendo que hay dos grupos de personas (con matices, pero solo dos). Están los generosos (como Tyrone) y los egoístas (como Gene). Están los que saben que en el mundo hay otros y están los que creen que los otros están a punto de sacarles algo, no importa que, algo. Y ese algo es mío y lo quiero tener, es decir, no quiero que otros lo tengan, es decir, no puede ser de los otros. Si no yo que, yo sería el que no tiene algo y eso no quiero ser.
Generosos y egoístas. Generosos que pueden ser felices con lo que tienen pero si aquellos que aman no están en paz ellos tampoco pueden estarlo. Generosos que comparten lo que tienen y no regalan solo lo que les sobra o les quedó viejo. Generosos que extienden una mano para asir al otro y no que, desde arriba, dejan caer lo que se les rebalsa de sus manos repletas.
Egoístas que piensan que mientras ellos estén bien, el resto que se calle. Egoístas que no preguntan nada porque saber de los sobresaltos o pesares de los demás los pone mal. Egoístas que recuerdan la época en que podían comprar perfumes franceses con alegría y desprecian los tiempos en que los jubilados viven tranquilos.

Ya, usar esta clasificación es infantil, simplista, ingenua, tonta. Pero da una enorme tranquilidad aplicar la regla a los que te rodean y ver que hay más (muchos más) de un lado que del otro. Proporciona una serena guia de conducta que permite diferenciar qué es lo más apropiado hacer o no hacer.
El resto es solo vida bruta. El resto es soledad acompañada.
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lunes, 22 de febrero de 2010

lluvia

Llueve, otra vez, sobre baires. Lau me hizo acordar de este poema de Juan (Gelman), tan, tan hermoso...

Lluvia

hoy llueve mucho, mucho,
y pareciera que están lavando el mundo
mi vecino de al lado mira la lluvia
y piensa escribir una carta de amor/
una carta a la mujer que vive con él
y le cocina y le lava la ropa y hace el amor con él
y se parece a su sombra/
mi vecino nunca le dice palabras de amor a la
mujer/
entra a la casa por la ventana y no por la puerta/
por una puerta se entra a muchos sitios/
al trabajo, al cuartel, a la cárcel,
a todos los edificios del mundo/ pero no al mundo/
ni a una mujer/ni al alma/
es decir/a ese cajón o nave o lluvia que llamamos así/
como hoy/que llueve mucho/
y me cuesta escribir la palabra amor/
porque el amor es una cosa y la palabra amor es otra cosa/
y sólo el alma sabe dónde las dos se encuentran/
y cuándo/y cómo/
pero el alma qué puede explicar/
por eso mi vecino tiene tormentas en la boca/
palabras que naufragan/
palabras que no saben que hay sol porque nacen y
mueren la misma noche en que amó/
y dejan cartas en el pensamiento que él nunca
escribirá/
como el silencio que hay entre dos rosas/
o como yo/que escribo palabras para volver
a mi vecino que mira la lluvia/
a la lluvia/
a mi corazón desterrado/

miércoles, 17 de febrero de 2010

Tarde de domingo (I)

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Domingo a la tarde. Entre ayer y hoy a la mañana acomodamos "a conciencia" la biblioteca de mi hermana. La semana pasada hubo que apilar todos sus libros en un rincón y este fin de semana tocó orden.
Es todo un rasgo de personalidad saber como cada uno ordena sus libros en sus bibliotecas. Yo tengo pocas secciones: mis amores (Juan, Julio, Albert, Italo y Roberto) que ya se están chocando con los de los amigos (esto de tener amigos escritores/poetas es así), por otro lado los diccionarios y cosas semejantes y más allá todos los demás. Me gusta que se estén ahí, sin muchas razones que los separen, todos juntos, obligándome a repasar los lomos de todos cuando busco distinguir a uno.
Mi hermana en cambio, como no vivió demasiadas mudanzas, tiene una biblioteca un poco más nutrida que la mía. Así que primero armamos pilitas y después las acomodamos en los estantes. Sus grupetes eran: biografías, filosofía (que toleraba sociología como invitada), historia argentina, argentinos, románticos, siglo XIX, modernos, chinos (ya se sabe que eso incluye japoneses visto que en las bibliotecas particulares las discrepancias históricas cuentan poco), mujeres, cine, Joyce, James, Duras, Woolf, Saramago, Calvino, Willkie Collins, Cheever, Edad Media e historia. La parte de psicología está más allá, sola, como empezando a ser dejada de lado.
Así se nos pasó la tarde: de aquí para allá trasladando letras o tesoros, recordando vivencias ancladas en "este libro lo leí cuando...", es decir, perdidas en la grata tarea de poner en orden el imaginario.
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martes, 2 de febrero de 2010

sorpresa

Después de un tiempo prudencial de desintoxicación correctora, regreso a la lectura madrugadora que oportunamente regala el viaje en colectivo al trabajo. La mente está en una zona franca entre el sueño y el arrebato pragmático, en un éxtasis de "lo que me echen, lo creo, lo vivo"
Cayó en mis manos una novela, fácil de leer, muy argentina, con personajes periodistas: un remanso. Hoy venía terminándola, 8:45 de la mañana, ante último capítulo y la cosa estaba en su clímax. Viaje a Uruguay (en el libro), a la zona que me queda por conocer (a mí, a la que está leyendo), calor ahí fuera del colectivo, calor ahí dentro del libro. Y de repente... va el autor y lo mata. Al protagonista, así, como si nada, frívolamente...

Cerré el libro con 5 páginas pendientes: esperé el viaje de vuelta para terminar. Como todavía me quedaba una carilla cuando llegué a mi parada, bajé y, apoyada contra una pared, alcancé sin sobresaltos al punto final. Pensé: "Voy a escribirle al autor para reclamarle por esa muerte injusta". No lo hice.
De esto hace ya seis horas. Es de noche y los extrañó, a todos, a casi todos los personajes.
Qué raro.
Leer te hace sentir cada cosa...

martes, 26 de enero de 2010

Martita (II)

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En la ruta que había tomado para alejarse, Martita pensaba en cuando fue en sentido contrario. Aquella vez que volvía, aquella vez que iba hacia una cita que la devolvía a otro tiempo, más claro, más alegre y despintado.
Los papeles del divorcio tardarían todavía un tiempo más, pero la sociedad comercial se rompía ágilmente. Seis meses sin verlo, sin verse. Seis meses es toda una vida si se tiene ganas.
La pregunta la asaltó apenas salía de su casa. Intentó taparla con otras preguntas -más pertinentes-, con otras fantasías -más conciliadoras. Después de todo, se habían amado mucho. En su viaje hacia atrás -ya iba llegando tarde- no le costaba recordar su cara, sus manos, su sonrisa escondida, su jodido sentido del humor. Seis meses, en difinitiva, no son nada.
Llegó por fin -tarde-, él ya estaba ahí, y los abogados, como mojones del deber, clavados entre ellos. Leyeron, firmaron, sonrieron -tristes-, saludaron a los representantes legales -de sus sueños rotos- y salieron.
- Vamos a un bar -dijo él, el de los dedos helados.
- Vamos -dijo ella, la de la mirada vidriosa.
Hablaron, de aquello otro, de nada. Dos cafés, dos cervezas, dos pasados, enterrándose.
- Bueno, eso es todo -dijo él, el de la cabeza inclinada.
- Es todo -dijo ella, muda.
Se besaron en la puerta -un sincero choque de mejillas-, se rozaron los antebrazos, se dejaron escapar -el uno al otro- como arena que se escurre entre los dedos de los pies descalzos.
Y la pregunta que ella guardaba tan celosamente decidió salir. Ya no se odiaban, ya no se amaban: podían decirse la verdad.
- ¿Me vas a olvidar muy rápido?
Silencio, miradas, sonrisas cortas, lluvia fantasma
- No. No tan rápido. Quizás...

Ahora que se alejaba serenamente de todo, sabía que ninguna persona puede responder por su propio futuro.
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lunes, 25 de enero de 2010

¿?

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George W. Bush al frente de una fundación para reconstruir Haití?

el de las invasiones?
el que no supo que hacer con el Katrina?

qué locos que estamos todos...
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viernes, 22 de enero de 2010

run

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Miró por la ventanilla del colectivo las bóvedas del cementerio, eternas detrás de las puertas impúdicamente abiertas.
Con una mezcla de necesidad y bronca murmuró "Do it. Just do it"
Nada se movió dentro.
En ella, tampoco.
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miércoles, 13 de enero de 2010

diario de Martita (I)

lunes 15 de abril

Pagamos nuestra aceptación con sumisión. Eso no está bien. Habrá que reencauzarlo.
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sábado, 9 de enero de 2010

Javi quiere jugar

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El ruido del subte tapa la voz pequeña de un Javi de casi 5 años. Su mamá ya pasó rápido al otro vagón mientras que él se queda como distraído en este. Comienza por el primer asiento, se recuesta un poco sobre la señora que repasa una revista de moda, le dice algo que ella no entiende y le deja una figurita con conejos y flores. Pasa luego al muchacho que está al lado escuchando su MP3 y repite el rito: se recuesta, le habla al vacío, le deja su conejo con flores. Saltea la puerta de entrada y se para frente a una chica que lee un apunte de la facultad con un resaltador rosa en la mano. Javi se apoya sobre la pierna izquierda de ella y le pregunta “¿eso que`e?” “Un resaltador” “P`a que e`?” El ruido del tren sumergido no le dejó escuchar la respuesta. A la chica se le inquieta el marcador en la mano: debe ser para el dueño de esa mirada curiosa, debe ser para quien lo desea. Ella se lo cede, “¿cómo te llamás?” “Javi”, “Tomá, Javi, para vos” y le presta el apunte para que garabatee. Con fruición resalta una media oración cualquiera mientras se acomoda más contra esas piernas. Otra chica, a punto de dejar el vagón, le regala unas hojas para que dibuje y una sonrisa para que lo acompañe. Acepta las hojas y deja pasar de largo la sonrisa. Dibuja un monigote de cabeza enorme, ojos redondos, una raya movediza por boca y unas piernas y brazos enanos. Alguien le devuelve los conejos, las flores y una moneda. Todo no entra en sus manos: figurita, resaltador, moneda, papeles. Sabe que debe preferir la moneda pero no quiere soltar el rosa brillante. Los adultos de alrededor lo organizan: la moneda un bolsillo, los conejos y las flores en otro. Javi vuelve a su monigote para dibujarle algunos pelos. Por el pasillo ve venir a su mamá y otra vez, sabe lo que tiene que hacer aunque eso que tiene ganas de continuar lo interrumpa. La mamá no le dice nada, pero él sabe. La chica del apunte se va y le pide el dibujo de regalo. “No” dice Javi contundente. Ella entiende, es parte de su mundo ahora, de su mundo recortado o hecho de pedazos.
Javi la deja ir y vuelve a lo suyo. Después de dejar las figuritas, siempre se para en mitad del vagón para pedir una moneda. Ahora, con el mismo tono, la misma actitud, grita con su pequeña voz: “Un nene, en un papel, hice yo…”
Javi quiere jugar, pero sabe lo que tiene que hacer y lo hace.
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viernes, 8 de enero de 2010

Sobre el porqué, el cómo y el para qué escribir

Leo a Juan (otro Juan) Forn:

"Hoy es fácil escribir sobre Deibler*. Basta googlearlo en Internet y armarse de un poco de paciencia para encontrar hasta fotos de su coqueto petit hotel en Auteuil (en cuyo amplio galpón guardaba, desarmadas, las dos guillotinas con que ejecutaba a sus víctimas: una portátil, cuando le tocaba trasladarse a provincias, y otra de mayor tamaño, que usaba para sus asignaciones parisinas) [ ... ] Arlt no contaba con ninguna de estas facilidades cuando escribía sus crónicas en su escritorio de la redacción de El Mundo, basándose en escuetos cables de cinco o diez renglones y presionado por la hora de cierre. Sin embargo, el Anatole Deibler que construye en esas crónicas contra reloj es más vívido que el descrito por Gérard Jaeger en las trescientas páginas de su libro L’homme qui trancha 400 têtes."

Vivir, revivir, pensar, repensar, sentir, volver a sentir a través de la escritura. Para mezclar lo imagiando con lo real en partes desiguales, segun convenga. Para salir del aquí tan individual y mezclarse con lo otro tan interpelador. Para que las cosas no sean tan efímeras, tan mortalmente leves.
Por eso, tal vez, sólo por eso. No debo olvidarlo...

* Fue el Verdugo Oficial de Francia. Murió, ejerciendo su puesto, en 1939.
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