domingo, 28 de septiembre de 2008

acá

esas nubes con nombre que flotan sobre unos árboles con nombre que crecen en una plaza con nombre de una ciudad con nombre a la que a mi me gusta nombrar como el lugar donde amo vivir
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sábado, 27 de septiembre de 2008

20 grados, 2 décimas

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Sábado de primavera, sin duda.

Pienso que no tengo ganas de "bórrón y cuenta nueva" sino de "renovemos, recremos".
Nietzsche decía: «Tiene que haber caos en uno mismo para dar a luz una estrella danzante»
Una estrella danzante que recuerde lo que no hay que hacer y que recorra el mundo como si fuera nueva.

Feliz primavera.

viernes, 26 de septiembre de 2008

todas tenemos uno

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Y si, parece que todas tenemos un él escondido dando vueltas por los sueños. Diurnos y nocturnos.
Parece que para todas hay (¿necesitamos?) un él con el que, de vez en cuando, nos gusta imaginar que compartimos algo inmoralmente único.
Un él que nuestra seducción reta a duelo para ganar siempre; un él con el que mantenemos (porque mantuvimos) recuerdos de sexos sofocados con fuego.

Son muchos él que nunca serán ellos.
Solitarios fantasmas privados, que a veces se nos aparecen para recordarnos que tal vez, a su lado, hubieramos sido otra.

Espectros sin rostro (aunque imite su cara) que rechazaron revoluciones que, creímos, ambos necesitábamos.

Un él, muchos él, que van y vienen, entran y salen, llegan y se van, mientras es el Cacho el que da vuelta la terrenal tira de asado que tanto le gusta preparanos, en estas noches tibias de viernes cuando está instalandose, felizmente, la primavera.
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domingo, 21 de septiembre de 2008

osadías dormidas

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El jueves compré un sillón usado por internet.
El viernes hablé con la vendedora, nos pusimos de acuerdo para ir a retirarlo el sábado a las 8:30 de la mañana (ella con toda la onda se ofreció a traerlo, pero hay que subirlo ocho pisos por escalera y se necesitan brazos entrenados). Por teléfono contraté un flete y ese mismo viernes, a la noche fui a pagárselo.

La noche del viernes al sábado, en mi cabeza replicaban las muchas cosas que podían fallar: sólo había visto el sillón por fotos y podría no ser igual, el flete podría no ir, el vendedor podría no estar a las 8:30 de la mañana (incluso no estar nunca), podría llevar más tiempo que la hora calculada y entonces me saldría una fortuna tener ese nuevo mueble en casa.
Esa noche, soñé que todas esas pequeñas catástrofes ocurrían juntas. Todas.
Pero además, soñé con él. Despues de tanto tanto tiempo, con él.
Hablábamos muy cerca uno del otro, nos preguntábamos como estábamos y él, casi sobre mi boca, me decía "no me tientes".

El sillón es precioso, los tiempos fueron los acordados y queda maravilloso en mi salón.
Y la sombra de él me falta un poco todavía.
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sábado, 20 de septiembre de 2008

historia

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Me pregunto, a veces: ¿qué parte de la historia se estan perdiendo algunos?

Otra veces, me respondo: ninguna, no es que no la vean, es que son protagonistas, pero de la vereda de enfrente. Callados, pero haciendo, en silencio, por acción u omisión.
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martes, 16 de septiembre de 2008