Nuestra primera noche juntos.
Habíamos empezado con una cena a las nueve de la noche y eran ya las siete de la mañana.
Me prestaba su brazo de almohada y su pecho para abrazarlo.
Me preguntó:
"¿Me quedo o me voy?"
Andate, le dije.
Ahora nena, tantos milenios después, no te quejes...
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