domingo, 13 de enero de 2008

algunas noches de verano

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Los recuerdos son todavía más subjetivos que la observación diaria. En el día a día una ve, mira, analiza y siente en medio de un verdad-consecuencia muy activo. Lo bueno y lo malo junto, difícil hacerse la sota.
Pero en los recuerdos, hay cosas que se conservan mejor que otras.

Hoy me parece que todas las noches de verano en Ibiza eran serenas, dulces, agradables. No puede ser así, pero tampoco me voy a poner tan racional.
Me recuerdo en las noches, todas las noches, sentada en alguna terracita o patio, en casa de amigos fuera del pueblo, con charla, cigarro, botellita de cerveza, semi-oscuridad y estrellas. Y por un momento, esa tranquilidad, ese liso perfecto como dice mi crema de peinar, me arrulla todavía.

Son breves instantes, una especie de alivio en medio de está vorágine que me tiene atrapada, reclamándome ser más y exigiendo mucha más satisfacción para mis deseos.

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