martes, 6 de noviembre de 2007

las preguntas de Juan

Lo maravilloso de sus preguntas (¿y si dios fuera una mujer?) es que simplemente al plantear la duda el mundo convencional se parte.
Es difícil vivir con la incertidumbre. Generalmente una se encuentra frente a ese desconocimiento del entorno (presente y porvenir) cuando cambia de ambiente, sea por trabajo, estudio o mudanza. Pero esa cohibición que tenemos dentro del nuevo hábitat también agudiza los sentidos, especialmente la imaginación.
La fantasía nos cubre, nos contiene, hasta que por fin llega la rutina para sosegar la angustia de no saber bien quién es quién. Ni dónde, ni cómo. Pasado el tiempo, pulidos y repasados los contactos, parece que ya no la necesitamos más.

Vivir sin dudas, sin indefiniciones, es algo terriblemente aburrido. Y aunque vivir expuesta a “las novedades” a veces tampoco es buena idea, es la mejor herramienta para replantearse ciertas inercias. Aunque el golpe duela siempre en mismo lugar, tal vez esta vez, optemos por partir el rito.

(si, un poco críptica, pero tampoco tiene que estar todo dicho)

1 comentario:

  1. "lo que hacemos en nuestra vida privada es cosa nuestra".

    amén

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