20 canciones. Ya casi una semana así.
Salgo de casa, a pilotear problemas ajenos que me importan cada vez menos, después de vuelta a casa, a mi estudio. Y de nuevo, play.
Suenan ritmos oxigenando la realidad, y en los huecos aparecen –reaparecen- viejas voluptuosidades. Deseos, contactos, placeres. Sensaciones, futuros imprecisos.
Ya no me avergüenzo de nada, otra y otra vez.
y te acordás de aquello del mundo sin música sería un error.
ResponderEliminarqué sé yo.