domingo, 1 de julio de 2007

Maslow banalizado

Tantos años en la facultad sólo para convertirme en una escéptica. Eso podría ser un mérito si en realidad no ocultara que es una postergación del ejercicio de la crítica. Digamos que el proceso quedó trunco: conocer que hay, saber que sobre todo (o casi) hay varias teorías opuestas o complementarias, pero que no me tomé el trabajo de saber cuál es la “mejor”, la que más coincide con mi pensamiento elaborado.
Mal, si, ya se. Pero tampoco creo, como entonces, que sea necesario tener una opinión sobre todo. Pero si, como siempre, creo en que no se debe explicar todo desde una sola teoría.
Pero vamos a Maslow. O mejor dicho: a la banalización de su famosa teoría.
Nos conocimos en la facultad, en marketing claro. Si, bueno, puede tener razón. Ya lo pensaré (si me da el cuero) a ver si es tan así.
Ahí se quedó. Pero entonces, el jueves, en la tele del gimnasio pasaban un capitulo viejo de C.S.I. donde lo nombran. Y si lo dicen en la tele…

Si, la oración anterior me condena por superficial, banal y corta de entendederas!
Busco apuntes, encuentro la pirámide y sin importarme nada más, pongo la lapicera en la base del cuarto segmento. Dice Maslow: “mientras las necesidades de déficit pueden ser satisfechas, las necesidades del ser son una fuerza impelente continua”
Que así sea.

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